miércoles, 30 de junio de 2021

LA RECETA ECONÓMICA DEL FÚTBOL ESPAÑOL PARA VENCER A LA COVID

 

LA RECETA ECONÓMICA DEL FÚTBOL ESPAÑOL PARA VENCER A LA COVID

LaLiga superó los 5.000 millones de ingresos en la campaña 2019/2020 por primera vez en la historia pese a la pandemia. Tras años de crecimiento, el control del gasto y el patrimonio acumulado serán claves para salir de una crisis que el fútbol español ha sorteado mejor que otras grandes competiciones

El delantero uruguayo Luis Suárez ha sido una de las grandes incorporaciones de los últimos mercados de fichajes.
El delantero uruguayo Luis Suárez ha sido una de las grandes incorporaciones de los últimos mercados de fichajes. LALIGA

Cuentan el periodista del Financial Times y autor de culto para futboleros, Simon Kuper, y el economista Stefan Szymanski que el fútbol es un negocio peculiar. En lugar de competir por lograr más beneficios que el resto de empresas, como ocurre en otros sectores, los clubes rivalizan por conquistar victorias y trofeos para los que requieren constantemente de inversiones en jugadores, entrenadores o nuevas infraestructuras, explican en Soccernomics. Por ello, aunque algunos equipos han llegado a doblar sus ingresos en la última década, también lo han hecho los gastos. Y eso no significa una mala gestión, sino la única forma de tener éxito en un mundo en el que “nadie debería perseguir la fantasía de las ganancias”. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando de repente los estadios se vacían y hay que seguir pagando, por ejemplo, salarios millonarios? Ese fue el escenario incierto al que se tuvo que enfrentar LaLiga en marzo de 2020 y ante el que el director general corporativo de la organización, José Guerra, tiene una respuesta optimista más de un año después: “Estamos superando la crisis porque los clubes se impusieron una norma para enfrentarse a estas situaciones con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de la competición a largo plazo”, cuenta al teléfono.

La semana pasada, LaLiga presentó su informe económico de la campaña 2019/2020, la primera impactada por la pandemia, con una cifra récord. El fútbol español, pese a la disputa a puerta cerrada de las últimas once jornadas, superó por primera vez los 5.000 millones de euros en ingresos gracias a la venta de derechos de retransmisión, traspasos de jugadores o ingresos en día de partido, entre otros. LaLiga Santander y LaLiga SmartBank en conjunto fueron las únicas de entre las principales competiciones nacionales de fútbol profesional del continente que consiguieron terminar el anterior ejercicio en números verdes, registrando un saldo favorable de 77 millones de euros, según los datos ofrecidos por la organización. Asimismo, ambas ligas se sitúan a la cabeza en Europa en ingresos per capita y a igualdad de nivel de precios.

Guerra cree que este liderazgo se explica esencialmente por una razón: la implantación hace ya ocho años de un mecanismo de control económico a priori que revisa los balances a fin de curso y condiciona la capacidad de inversión de la temporada que está por empezar. Esto obliga a todos los conjuntos a presentar una estimación de ingresos y gastos para determinar cuánto pueden desembolsar en su plantilla (salarios, traspasos) la campaña siguiente, con el objetivo de no gastar más dinero del que se prevé generar. “Nos sorprendió el nivel de gasto de las ligas en Italia e Inglaterra el verano pasado. Nuestros conjuntos, por el contrario, hicieron un ejercicio de responsabilidad, minimizando el gasto en fichajes e incluso pactando rebajas salariales. Todos saben que se tienen que atener a unas mismas normas, que compiten con las mismas armas, y eso te da tranquilidad”.

Esta gestión “sostenible” que ha permitido afrontar el impacto de la pandemia se refleja en el patrimonio neto de los equipos de LaLiga, que ha pasado de 337 millones de euros en la campaña 2012/13 a 1.767 millones al final de la 2019/20, un incremento del 424%. Una cifra a la que habría que sumar los casi 800 millones que hay hoy en la tesorería de los clubes y que casi permitiría abarcar el impacto de 852 millones de euros menos en resultados que la consultora PwC ha estimado para la última temporada, la 2020/2021. Un curso que se ha disputado casi en su totalidad sin aficionados en las gradas y donde más se notará el efecto de la covid.

La imagen de solidez y credibilidad de las cuentas del fútbol profesional español, cree Guerra, es la que ha permitido a los clubes acceder a financiación para sortear la crisis y mirar hacia el futuro. De hecho, los equipos de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank no solo han ajustado sus cuentas, sino que también han seguido haciendo inversiones para potenciar su crecimiento en un horizonte cercano. Es el caso de Levante UD, CA Osasuna o Real Madrid, que han renovado sus estadios para mejorar la experiencia de los aficionados y elevar los ingresos en día de partido, o la apuesta por reforzar o crear nuevas academias de formación, como es el caso del RC Celta. Una decisión que a largo plazo puede beneficiar tanto en lo deportivo como en lo económico, en virtuales traspasos hacia otros conjuntos.

“El nivel de endeudamiento es razonable. El ratio de la deuda financiera neta/EBITDA nos situaría en el séptimo lugar de empresas no financieras del Ibex 35, por delante de Endesa o Telefónica. Estamos en una posición de una capacidad muy fuerte de inversión para temporadas futuras”, señaló Guerra durante la presentación del informe económico.

Optimismo frente a la recuperación

El anuncio el pasado jueves del fin de las restricciones de aforo en los estadios para el próximo curso por parte de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, abre una nueva etapa y una perspectiva de crecimiento para el fútbol español. La vuelta del público, según estimaciones de Cinco Días, podría suponer una inyección de casi 1.000 millones de euros.

“Como cualquier empresa sabemos que el efecto de la crisis no se va a quitar de un plumazo y que nos quedan años por absorber su impacto. Pero somos optimistas porque los clubes han ajustado sus estructuras para empezar a ser rentables desde el primer momento y, además, percibimos la confianza de inversores y patrocinadores”, asegura el director general corporativo de LaLiga.

En opinión de Guerra puede que en este mercado de verano se mantenga la línea de responsabilidad de la temporada pasada y, por tanto, estará marcado por la austeridad, aunque se puedan producir algunos movimientos individuales relevantes. En cualquier caso, estima que tanto en lo económico como en lo deportivo el fútbol profesional en España tiene un gran presente y un gran futuro. “Creo que nuestros clubes son y seguirán siendo competitivos. Este año, sin ir más lejos, hemos tenido un campeón de la Europa League y un semifinalista de Champions. Están haciendo una gestión responsable e invirtiendo con criterio”, zanja Guerra.

martes, 22 de junio de 2021

Matar o tergiversar el pasado Opinión | junio 22, 2021 | 6:30 am. Eddie A. Ramírez

Matar o tergiversar el pasado Opinión | junio 22, 2021 | 6:30 am. Alternative Text Eddie A. Ramírez FacebookTwitterPinterestEmailWhatsAppCompartir Matar el pasado es hoy el pasatiempo de gobiernos, grupos religiosos y políticos, así como de ciudadanos en general que juzgan inquisitorialmente el pasado con los valores que cada quien tiene actualmente. En cualquier momento alguien promoverá destruir las pinturas en que aparece Prometeo robando el fuego a los dioses para entregarlo a los hombres, argumentando que ese elemento causa daños. Otros propondrán derribar las estatuas de Watt porque su popular máquina de vapor funcionaba con carbón y este mineral contribuye al calentamiento global. Siempre habrá un idiota que identifique a un supuesto o real enemigo de la humanidad a quien hay que borrar del planeta, obviando la época y circunstancia en que ocurrieron los hechos. Cabe recordar que ese espíritu iconoclasta ha estado presente en todas las culturas. Lo inaudito es que siga ocurriendo ya bien avanzado el siglo XXI. El pasado, con sus más y sus menos, no puede cambiarse. Lo procedente es aprender de los errores para no repetirlos, así como explicar a las nuevas generaciones el porqué de los hechos y sus causas. El levantar o retirar estatuas o monumentos de alguien no debiera ser potestad de los políticos o de cualquier grupo, sino de las academias de la historia, con lo cual disminuirían las controversias y posibles injusticias. Recientemente, la ira de los nuevos iconoclastas ha estado dirigida en contra de quienes incurrieron en maltrato, real o supuesto, a los primeros pobladores de nuestro continente y contra los que apoyaron la esclavitud. Desde luego que ambos hechos son condenables y nadie puede apoyar a quienes cometieron esos delitos, pero estos deben ser demostrados y, caso positivo, evidenciar esos malos ejemplos ante las nuevas generaciones. ¿Se justificaba o no la destrucción o el retiro de las estatuas de Cristóbal Colón en Caracas, de Gonzalo Jiménez de Quesada en Bogotá, de Fray Junípero en California y de John Mac Donald y Ryerson en Canadá, por el supuesto o real atropello a los aborígenes? No es el propósito, ni somos los indicados para pronunciarnos sobre la inocencia o culpabilidad de los citados. Solo señalar que es improcedente intentar borrarlos de la historia. Una opción es colocar, al pie de las estatuas, una placa señalando sus contribuciones y sus errores. Otro caso es el de Lee y sus generales de la Confederación que pelearon en defensa de la no abolición de la esclavitud. Evidentemente, ellos no solo defendieron una causa injusta, sino que causaron muerte y destrucción al ir a la guerra. Al igual que algunos dictadores, quizá lo adecuado es retirar sus estatuas a un museo, con un resumen de lo censurable de sus conductas. En Venezuela, el derribo de estatuas y cambios de nombre no ha sido por el activismo de grupos de ciudadanos, sino por decisión arbitraria del régimen de Chávez-Maduro. Por razones políticas cambiaron el nombre del Parque Rómulo Betancourt, por el de Francisco de Miranda; la central hidroeléctrica Raúl Leoni la rebautizaron Simón Bolívar y la conocida como La Vueltosa le pusieron el nombre del guerrillero castro comunista Fabricio Ojeda. El cerro Ávila lo llamaron Wuaraira Repano y el Salto Ángel lo convirtieron en Churún Merú, aunque los indígenas lo conocen como Karepakupai Merú. El otrora estado con el nombre del prócer civil José María Vargas lo rebautizaron como La Guaira. La autopista Francisco Fajardo, ahora es Guaicaipuro, evidenciando ignorancia sobre quién fue el mestizo Fajardo nacido en Margarita. Ahora, con motivo del bicentenario de la Batalla de Carabobo, la Secretaria del Consejo Nacional de Universidades, Yadira Córdoba, y otros miembros redactaron un Acuerdo dando méritos a Chávez “por haber revelado la verdadera dimensión del 24 de junio 1821”, omite la figura de Páez y de los próceres civiles, sobredimensiona el papel de los militares en la gesta de independencia. Amalio Belmonte, Secretario de la Universidad Central de Venezuela, salvó su voto y anunció que esa casa de estudios redactará su propio Acuerdo, “desde una perspectiva académica, histórica y doctrinaria». Sea propicia la celebración del bicentenario de la batalla de Carabobo para que nuestro ejército evidencie que es “forjador de libertades”, como se autodenomina, en el sentido de “constructor o que dio la primera forma” a la libertad, y no en la otra acepción del diccionario de “ fingir o simular” libertades. Recordamos a los rojos que Leningrado hoy se llama Petrogrado o San Petersburgo y que Stalingrado es Volgogrado. Matar o tergiversar la historia es una deshonestidad intelectual y, en algunos casos, solo contribuye a revivir odios. Lo que procede es visualizar el futuro y resolver los problemas de pobreza, migraciones, drogas y violación de los derechos humanos. Como (había) en botica: Después de un obligado receso, la Fundación Servicio Para El Agricultor (Fusagri) reinicia actividades cumpliendo con los objetivos del desarrollo sostenible, dentro de la propuesta de bioeconomía. En su página web ofrece información al respecto. Fusagri, anteriormente Servicio Shell Para El Agricultor, marcó un hito en la agricultura venezolana desde 1952, con la modalidad de investigación en las fincas de los agricultores y asistencia técnica, así como cursos nacionales e internacionales. Realizó importantes contribuciones en control de malezas, insectos y enfermedades, manejo intregral de cuencas hidrográficas, producción de hortalizas, durazno, cítricas y uvas. Distinguidos ingenieros agrónomos como Luis Marcano Coello, Mauricio Báez, Jesús Silva Calvo, Héctor Ayala, Luis Bascones, Ernesto Doreste y Pompeyo Ríos, lamentablemente fallecidos, fueron con muchos otros pilares de esta institución. Al frente de la misma está hoy Luis Marcano González. Le deseamos mucho éxito. Recientemente, también en el sector agrícola, destacan los aportes de los ingenieros agrónomos Adalberto Gabaldón con sus programas sobre Evolución Ambiental, y de Felipe Baritto con Economía de la Sostenibilidad, ambos ubicables en Youtube. El sector agrícola y el petrolero deben ser la base de la recuperación de Venezuela ¡ No más prisioneros políticos, ni exiliados! eddiearamirez@hotmail.com

martes, 15 de junio de 2021

De profesión, abogado de causas imposibles

De profesión, abogado de causas imposibles Estos letrados abren vías de protección innovadoras. La perseverancia y la fe en el caso son claves para la victoria Patricia Esteban Patricia Esteban De profesión, abogado de causas imposibles Getty Images Compatir en Facebook Compatir en Twitter Compatir en Linkedin Enviar por correo Ir a comentarios Madrid | 14 JUN 2021 - 08:45 CEST La abogacía ofrece la posibilidad de echarse a la espalda la defensa de causas difíciles o, a priori, imposibles. Ya sea por tratarse de un asunto que es la primera vez que se judicializa –como sucede cuando se aplica una ley novedosa–, un caso en el que haya que luchar contra un Goliat o una cuestión que necesite pelearse en tribunales supranacionales. Puede decirse que para estos letrados cada victoria supone poner una pica en Flandes. Un grupo al que pertenece el veterano Miguel Ángel Albaladejo, socio fundador de Dikei Abogados. “A mis más de 70 años puedo afirmar que somos pocos los que optamos por aceptar el reto de ejercer como abogados de causas perdidas, difíciles o imposibles y que, sin embargo, en algunos casos, y no tan pocos, acaban siendo causas ganadas”, expresa. Quizá su espíritu inquieto y curioso le ha llevado a enfrentarse a temas muy dispares que no suelen ser “la práctica cotidiana de un abogado español”. De esta forma, recuerda cómo innovó cuando en 1980 fue enviado por el Ministerio de Comercio a defender la posición de España en la ONU por reclamaciones arancelarias de Brasil y Estados Unidos. “Conseguimos convencerles de que no habíamos incurrido en dumping por vender el aceite extraído de la soja que EE. UU. nos exportaba más barato que ellos”. La denuncia de Brasil por el café tipo arábiga, en cambio, no pudo ganarse. Aun así, extrajo una importante enseñanza de esa primera aventura profesional. “Tuvimos que enfrentarnos a un cambio de chip: no había norma aplicable y hubo que presentar una defensa basada a la vez en razones jurídicas y de política internacional”. Abrir camino Más tarde, ya como abogado, Albaladejo inscribió una de las primeras escisiones de una compañía a raíz de la publicación de la Ley de Sociedades Anónimas de 1989. “Cuando resolví un grave conflicto mediante aquella escisión fui consciente de que se estaba abriendo un camino en materia de reestructuraciones”, afirma. Para el letrado, en suma, la abogacía no es aburrida ni monótona, solo hay que afrontar riesgos. “No me gustaría jubilarme sin haber tenido ocasión de impulsar una reforma legislativa a través de un caso”, confiesa. El reto, según Efrén Díaz, responsable de tecnología y derecho espacial en el Bufete Mas y Calvet, es superar el miedo a lo imposible. Entre sus casos más difíciles, fue promotor de una sentencia histórica del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) a favor del derecho al olvido, sobre un político que “fue falsamente acusado en un blog de un delito no cometido” contra Google. El fallo sentó un precedente y abrió una nueva vía de protección a los ciudadanos. “Hasta que no llegas al final no caes en la cuenta de que, quizá, el camino recorrido ha podido marcar un hito”, rememora. Díaz también recuerda un asunto de inundaciones que afectó a más de una docena de familias. “Supuso más de siete años de trabajo y más de 22.000 folios de expediente”. Fue difícil reparar la injusticia causada por “la insuficiente y temeraria actuación municipal en el ámbito de la urbanización afectada”, como reconoció el tribunal. Sin embargo, el día que el letrado comunicó la victoria a los vecinos, “caí en la cuenta de que el niño de 7 años que me abrió la puerta era el bebé para el que logramos el reconocimiento judicial de daños morales y personales”. Su madre quedó marcada con un estrés postraumático crónico cuando creyó que perdía a su hijo durante la catástrofe. Al final, "la práctica jurídica y judicial me lleva a pensar que lo único imposible es aquello que no se intenta”, afirma. Luchar contra una injusticia La abogada Eva González se atrevió a destapar un caso de discriminación administrativa de la agencia tributaria de Países Bajos que puso en jaque al Gobierno holandés. El asunto le llegó a través de su marido, que acudió a ella cuando, en 2014, la Hacienda neerlandesa empezó a enviar cartas a los clientes de su guardería acusándolos sin pruebas de fraude y reclamándoles todas las subvenciones cobradas. González decidió llevar el caso a los tribunales. “Durante tres o cuatro meses estuvieron tomando el pelo a toda esta gente y reteniendo las ayudas”. Se dio cuenta de que el 90 % de los investigados por Hacienda eran inmigrantes, sobre todo turcos. La perseverancia de la abogada en la defensa de este caso ha hecho que, actualmente, muchos de sus clientes hayan recuperado ya su dinero, y todavía sigue luchando para que se les indemnice justamente. El escándalo ha provocado la dimisión en bloque del Gobierno de Mark Rutte. Sin embargo, lo que esta letrada ha perseguido es “que se cumpla la ley”. Una diputada neerlandesa dijo de ella que merecía una estatua, pero González insiste: “Siempre digo que esta causa no la he hecho yo sola porque he tenido la ayuda de mucha gente que no toleraba lo que estaba pasando”. Siete años después, les ha dicho a sus clientes: “Mi factura ya se la pasaré a Hacienda, y eso es lo que voy a hacer cuando termine”. Cuando le preguntan qué es lo más bonito de su profesión González no duda en señalar que es “darse cuenta de algo que otras personas, que no conocen la ley, piensan que es normal”. Ya de pequeña, recuerda, “quería ser abogada y me metía en todos los líos”. Fraudes colectivos En ocasiones llega un giro de guion que hace que un abogado del sector tradicional se decida a montar una empresa especializada en demandas colectivas. David Fernández, CEO de ESKARIAM, lo hizo en 2007. “Ayudamos a un grupo de personas a recuperar todo el dinero que habían invertido en una casa: ahí se nos abrieron los ojos de luchar por causas perdidas”. Este asunto fue el de las viviendas no entregadas por la quiebra de Trampolin Hills. En enero de 2015, dos abogados del equipo, César Arnaiz y Susana Santamaría, lograron una sentencia en el Tribunal Supremo en un caso similar, donde se estableció la responsabilidad solidaria de las entidades financieras. “Fue un hito tremendo”, recalca Fernández. Después de unos años, “gente que compró la casa siendo novios han venido a cobrar el talón ya con tres hijos”, asegura. Fue en estos años cuando el letrado vio que su filosofía de buscar hacer del mundo un lugar más justo se alineaba con el movimiento en Europa para perseguir más eficazmente los daños causados por los cárteles. “Nosotros hacemos de Erin Brockovich, nos dedicamos a llevar asuntos muy complicados que suelen ser a muy largo plazo y contra gente muy poderosa”, cuenta Fernández. Para ello han copiado el modelo americano, optimizando sus recursos y centrándose en la tecnología y en los procesos. También es fundamental, añade el letrado, tener un buen socio financiero. Sobre una de las causas que están llevando actualmente, el denominado cártel de la leche (un litigio de entre 1.500 y 2.000 millones de euros), se pregunta: “Sin esta fórmula, ¿qué ganadero podría tener al mejor experto en derecho de la competencia llevándole su caso?”. Defender el planeta La preservación del medioambiente es el reto para muchas asociaciones que, sin casi recursos, vigilan de cerca la actuación de Administraciones y particulares. Algunas, como la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, acuden a campañas de crowdfunding para sus proyectos. Su coordinador, Ernesto Díaz, relata cómo han conseguido recaudar 49.800 euros, un 122 % más de lo presupuestado para la defensa jurídica ante megaproyectos eólicos en estas montañas. Según asegura, ya hay cientos de proyectos de aerogeneradores en estos enclaves privilegiados por su biodiversidad y paisaje “cuando los pilares legales no están bien construidos”. Como explica, el ministerio sacó en diciembre una zonificación ambiental, “pero es tan solo orientativa y nosotros reclamamos normas vinculantes”. Se acaba de publicar la ley del cambio climático y no están en contra de las renovables, pero “lo que no vamos a consentir es que los últimos terrenos vírgenes se conviertan en un complejo industrial”, afirma. María Ángeles López Lax es una de las letradas que forman el equipo jurídico. Después de veinte años como abogada mercantilista se pasó a la defensa ambiental por convencimiento. La causa por la cordillera le supone un reto, "pero no está para nada perdida". “Es un tema interesante a nivel profesional porque es para abrir vías nuevas”, comenta. En este caso, “al plan de implementación le falta detalle”. Es ahí donde los juristas se encuentran con el problema de la aplicación práctica de las normas y deben luchar para evitar que se produzcan efectos indeseados. Como asociaciones de protección ambiental, señala, "se nos ha confiado la vigilancia de la preservación de los valores ambientales y del uso racional de los recursos". La unión hace la fuerza, y por eso, la plataforma también se enfoca a publicar una especie de guías, "un diseño de pautas y estrategias para que todas las organizaciones pequeñas que están en esto sepan a dónde acudir". El caso más difícil que confiesa haber llevado hasta el momento es el de Marina Isla de Valdecañas, una urbanización de lujo en un enclave de especial protección para aves de Cáceres. “Ahí he estado desde 2007 luchando y todavía está en el Supremo la ejecución de la sentencia”, relata. Eso sí, consiguió que se paralizaran proyectos y el Constitucional anulara la ley extremeña que los legalizaba. Como a sus compañeros, le mueve un sentimiento vocacional y el convencimiento de que el esfuerzo siempre merece la pena. “Mi madre me decía: si no tienes problemas, te los buscas”, recuerda López. “En realidad, me gusta solucionar problemas; a mí lo que me mueve es la protección del medioambiente, y sé que pasivamente no voy a conseguir nada”, sostiene.

viernes, 4 de junio de 2021

Why Are We All Talking About U.F.O.s Right Now?

Why Are We All Talking About U.F.O.s Right Now? U.F.O.s were once a taboo topic for the U.S. government, but not anymore. A long anticipated report on them is due this month. https://www.nytimes.com/2021/06/03/us/ufos-report.html?action=click&module=RelatedLinks&pgtype=Article 250 A still image taken last year shows part of an unclassified video taken by Navy pilots. A still image taken last year shows part of an unclassified video taken by Navy pilots.Credit...U.S. Department of Defense By Jennifer Jett Published June 3, 2021 Updated June 4, 2021, 4:00 a.m. ET When spooky things appear in the sky, witnesses have often been reluctant to report them for fear of mockery by others, especially in the halls of government. These days, fewer people are laughing. Unidentified flying objects, or unidentified aerial phenomena as the government calls them, have been taken more seriously by U.S. officials in recent years, starting in 2007 with a small, secretly funded program that investigated reports of military encounters. The program, whose existence was first reported by The New York Times in December 2017, was revived by the Defense Department last summer as the Unidentified Aerial Phenomena Task Force. The department said the task force’s mission was to “detect, analyze and catalog” sightings of strange objects in the sky “that could potentially pose a threat to U.S. national security.” Service members were newly encouraged to speak up if they saw something, with the idea being that removing the stigma behind reporting something weird would provide the authorities with a better idea of what’s out there. Then, late last year, President Donald J. Trump signed a $2.3 trillion appropriations package that included a provision inserted by lawmakers: They asked the secretary of defense and director of national intelligence to submit an unclassified report on what the government knows about U.F.O.s. An unclassified version of that report is due to be released this month. (Senior administration officials briefed on the report’s findings told The Times the report will present few firm conclusions, but that it found no evidence the aerial sightings were alien spacecraft. Read more about that here.) ADVERTISEMENT Continue reading the main story A drumbeat of U.F.O. attention With the public asking more questions about U.F.O.s, more officials appear willing to answer them. “There are a lot more sightings than have been made public,” John Ratcliffe, the former director of national intelligence, told Fox News in March. Quite a few of them, he said, “are difficult to explain.” John Brennan, the former director of the C.I.A., said in a podcast last year that some of the unexplained sightings might be “some type of phenomenon that is the result of something that we don’t yet understand and that could involve some type of activity that some might say constitutes a different form of life.” Thanks for reading The Times. Subscribe to The Times The lead-up to the report’s expected release has seen quite a bit of mainstream media attention in recent weeks, including a 13,000-word article in The New Yorker in April, and a segment on CBS’s “60 Minutes.” Even former President Barack Obama, in an appearance last month on “The Late Late Show With James Corden,” admitted there were “objects in the skies that we don’t know exactly what they are.” (President Biden deflected a question about U.F.O.s a few days later.) ADVERTISEMENT Continue reading the main story How it all started in 1947 ImageKenneth Arnold, shown in 1966, reported seeing nine circular objects near Mount Rainier in 1947. Descriptions of the objects injected the phrase “flying saucers” into the popular imagination. Kenneth Arnold, shown in 1966, reported seeing nine circular objects near Mount Rainier in 1947. Descriptions of the objects injected the phrase “flying saucers” into the popular imagination.Credit...U.S Department of Defense The first thing to know is that “U.F.O.” doesn’t automatically mean “alien.” As its name indicates, U.F.O. refers to any aerial phenomenon with no immediate explanation. Though reported sightings take place frequently around the world, a vast majority of them turn out to be things like stars, satellites, planes, drones, weather balloons, birds or bats. The modern history of U.F.O. sightings is generally considered to have started on June 24, 1947, when Kenneth Arnold, a private pilot from Idaho, reported seeing nine circular objects traveling at supersonic speeds near Mount Rainier. Newspapers described them as “flying saucers,” a term that captured the popular imagination. Though Mr. Arnold appeared to be a credible witness, government officials were skeptical. Image Unclassified documents from a report filed by Mr. Arnold in 1947. Unclassified documents from a report filed by Mr. Arnold in 1947. Nonetheless, the government began a classified study, called Project Sign, out of concern that such objects could be advanced Soviet weapons. That was followed by Project Blue Book, which reviewed about 12,000 cases from 1952 to 1969, 701 of which could not be explained. It ended with a report saying U.F.O.s were not worth further study. As far as is publicly known, there were no more official government efforts to study U.F.O.s until the one established in 2007, called the Advanced Aerospace Threat Identification Program. Sightings of unidentified objects in the United States have risen during the coronavirus pandemic, as people spending long days at home turned to sky gazing. Reports increased about 15 percent last year to more than 7,200, according to the National U.F.O. Reporting Center. As in other years, almost all of them had earthly explanations, the center said. What kinds of things are people reporting? Video Cinemagraph In November 2004, two Navy fighter jets from the U.S.S. Nimitz were off the coast of San Diego when they encountered a whitish, oval-shaped craft of similar size hovering above the sea, which was churning in an unusual way. As one of the jets began a circular descent to get a closer look, the object — which had no wings or obvious means of propulsion — ascended toward it, then zipped away. ADVERTISEMENT Continue reading the main story “It accelerated like nothing I’ve ever seen,” Cmdr. David Fravor, one of the pilots, told The Times in 2017. Commander Fravor told a fellow pilot that night that he had no idea what he had seen: “It had no plumes, wings or rotors and outran our F-18s.” But, he added, “I want to fly one.” Other cases include a spinning disk that was seen hovering above O’Hare Airport in Chicago in 2006, and two “sunlight-colored” objects reported by a professional pilot in England in 2007, as The New Yorker reported. A video of the Nimitz incident, along with two from 2015, was officially released by the Defense Department last year. More recently, the department confirmed that video and images leaked to a documentary filmmaker had been taken by Navy personnel in 2019 and were being investigated by the task force. What will the report say? According to the provision in the appropriations package, the report should include a detailed analysis of U.F.O. data held by the task force and other government bodies. The report is also supposed to flag any unidentified aerial phenomena that could be considered threats to national security, including whether they “may be attributed to one or more foreign adversaries.” Senior administration officials who had been briefed on the report’s contents told The Times that the report still cannot explain the unusual movements that have mystified scientists and the military, but that it concludes a vast majority of more than 120 incidents over the past two decades did not originate from any American military or other advanced U.S. government technology. Who is pushing for more information? Image A U.F.O. display in Rachel, Nev., the closest town to Area 51. “U.F.O.” doesn’t automatically mean “alien.” As its name indicates, U.F.O. refers to any aerial phenomenon with no immediate explanation. A U.F.O. display in Rachel, Nev., the closest town to Area 51. “U.F.O.” doesn’t automatically mean “alien.” As its name indicates, U.F.O. refers to any aerial phenomenon with no immediate explanation. Credit...John Locher/Associated Press ADVERTISEMENT Continue reading the main story Calls for transparency are growing in Washington, including from a bipartisan political action committee that was launched last month. One key backer of U.F.O. research efforts has been Harry Reid, the former Democratic senator from Nevada, who as Senate majority leader secured $22 million in funding to create the 2007 program. In an essay for The Times this month, Mr. Reid said he had been interested in U.F.O.s since attending a conference in 1996 (to the consternation of his staff, who told him to “stay the hell away” from the topic). He said the program was necessary because “an unofficial taboo regarding the frank discussion of encounters could harm our national security and stymie opportunities for technical advancement.” There is support for U.F.O. research among current senators as well, including Marco Rubio, Republican of Florida, who added the language to the appropriations package requesting the government report. Mr. Rubio told “60 Minutes” that there should be a process by which reports of U.F.O.s are “cataloged and constantly analyzed, until we get some answers.” “Maybe it has a simple answer,” he said on the program. “Maybe it doesn’t.”

U.S. Finds No Evidence of Alien Technology in Flying Objects, but Can’t Rule It Out, Either

 https://www.nytimes.com/2021/06/03/us/politics/ufos-sighting-alien-spacecraft-pentagon.html?action=click&module=Top%20Stories&pgtype=Homepage

U.S. Finds No Evidence of Alien Technology in Flying Objects, but Can’t Rule It Out, Either

A new report concedes that much about the observed phenomena remains difficult to explain, including their acceleration, as well as ability to change direction and submerge.

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U.S. Navy Releases Videos of Unexplained Flying Objects

The U.S. Navy has officially published previously released videos showing unexplained objects.

[radio transmission] “Whoa, got it — woo-hoo!” “Roger —” “What the [expletive] is that?” “Did you box a moving target?” “No, I took an auto track.” “Oh, OK.” “Oh my gosh, dude. Wow” “What is that man?” “There’s a whole screen of them. My gosh.” “They’re all going against the wind. The wind’s 120 knots from west.” “Dude.” “That’s not — is it?” “[inaudible]” “Look at that thing.”

2:06U.S. Navy Releases Videos of Unexplained Flying Objects
The U.S. Navy has officially published previously released videos showing unexplained objects.CreditCredit...Department of Defense, via Agence France-Presse — Getty Images

WASHINGTON — American intelligence officials have found no evidence that aerial phenomena witnessed by Navy pilots in recent years are alien spacecraft, but they still cannot explain the unusual movements that have mystified scientists and the military, according to senior administration officials briefed on the findings of a highly anticipated government report.

The report determines that a vast majority of more than 120 incidents over the past two decades did not originate from any American military or other advanced U.S. government technology, the officials said. That determination would appear to eliminate the possibility that Navy pilots who reported seeing unexplained aircraft might have encountered programs the government meant to keep secret.

But that is about the only conclusive finding in the classified intelligence report, the officials said. And while a forthcoming unclassified version, expected to be released to Congress by June 25, will present few other firm conclusions, senior officials briefed on the intelligence conceded that the very ambiguity of the findings meant the government could not definitively rule out theories that the phenomena observed by military pilots might be alien spacecraft.

Americans’ long-running fascination with U.F.O.s has intensified in recent weeks in anticipation of the release of the government report. Former President Barack Obama further stoked the interest when he was asked last month about the incidents on “The Late Late Show with James Corden” on CBS.

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“What is true, and I’m actually being serious here,” Mr. Obama said, “is that there is footage and records of objects in the skies that we don’t know exactly what they are.’’

The report concedes that much about the observed phenomena remains difficult to explain, including their acceleration, as well as ability to change direction and submerge. One possible explanation — that the phenomena could be weather balloons or other research balloons — does not hold up in all cases, the officials said, because of changes in wind speed at the times of some of the interactions.

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The final report will also include a classified annex, the officials said. While the annex will not contain any evidence concluding that the phenomena are alien spacecraft, the officials acknowledged that the fact that it would remain off limits to the public was likely to continue to fuel speculation that the government had secret data about alien visitations to Earth.

Many of the more than 120 incidents examined in the report are from Navy personnel, officials said. The report also examined incidents involving foreign militaries over the last two decades. Intelligence officials believe at least some of the aerial phenomena could have been experimental technology from a rival power, most likely Russia or China.

One senior official briefed on the intelligence said without hesitation that U.S. officials knew it was not American technology. He said there was worry among intelligence and military officials that China or Russia could be experimenting with hypersonic technology.

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He and other officials spoke on the condition of anonymity because they were not authorized to speak publicly about the classified findings in the report.

Russia has been investing heavily in hypersonics, believing the technology offers it the ability to evade American missile-defense technology. China has also developed hypersonic weaponry, and included it in military parades. If the phenomena were Chinese or Russian aircraft, officials said, that would suggest the two powers’ hypersonic research had far outpaced American military development.

Navy pilots were often unsettled by the sightings. In one encounter, strange objects — one of them like a spinning top moving against the wind — appeared almost daily from the summer of 2014 to March 2015, high in the skies over the East Coast. Navy pilots reported to their superiors that the objects had no visible engine or infrared exhaust plumes, but that they could reach 30,000 feet and hypersonic speeds.

Lt. Ryan Graves, an F/A-18 Super Hornet pilot who was with the Navy for 10 years, told The New York Times in an interview, “These things would be out there all day.” With the speeds he and other pilots observed, he said, “12 hours in the air is 11 hours longer than we’d expect.”

In late 2014, a Super Hornet pilot had a near collision with one of the objects, and an official mishap report was filed. Some of the incidents were recorded on video, including one taken by a plane’s camera in early 2015 that shows an object zooming over the ocean waves as pilots question what they are watching.

The Defense Department has been collecting such reports for more than 13 years as part of a shadowy, little-known Advanced Aerospace Threat Identification Program within the Pentagon. The program analyzed radar data, video footage and accounts provided by the Navy pilots and senior officers.

The program began in 2007 and was largely funded at the request of Harry Reid, the Nevada Democrat who was the Senate majority leader at the time. It was officially shut down in 2012, when the money dried up, according to the Pentagon. But after the publication of a New York Times article in 2017 about the program and criticism from program officials that the government was not forthcoming about reports on aerial phenomena, the Pentagon restarted the program last summer as the Unidentified Aerial Phenomena Task Force.

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The task force’s mission was to “detect, analyze and catalog” sightings of strange objects in the sky that could pose a threat to national security. But government officials said they also wanted to remove the stigma for service members who report U.F.O. sightings in the hope that more would be encouraged to speak up if they saw something. The goal, officials said, was to give authorities a better idea of what might be out there.

Video
0:45‘Look at That Thing!’ U.S. Navy Jet Encounters Unknown Object
A video shows an encounter between a Navy F/A-18 Super Hornet and an unknown object. It was released by the Defense Department's Advanced Aerospace Threat Identification Program.CreditCredit...U.S. Department of Defense

Last year, lawmakers inserted a provision in the Intelligence Authorization Act that said the government must submit an unclassified report on what it knows about U.F.O.s. That report is the one to be released this month.

Officials briefed on the report said it also examined video that shows a whitish oval object described as a giant Tic Tac, about the size of a commercial plane, encountered by two Navy fighter jets off the coast of San Diego in 2004.

In that incident, the pilots reported an interaction with the craft, which lasted for several minutes. At one point, the object peeled away, one of the pilots, Cmdr. David Fravor, later said in an interview with The Times. “It accelerated like nothing I’ve ever seen,” he said.

The report studies that incident, including the video that accompanied the interaction. The provenance of the object, the officials said, is still unknown