martes, 10 de diciembre de 2019

EL LECHO DE PROCUSTO por Manuel Barreto Hernaiz

🕊 EL LECHO DE PROCUSTO 🕊

 "Dice la leyenda que cuando Procusto fue tomado para medirlo en su lecho, él tampoco daba la medida".

Los mitos griegos están más vivos que nunca en el siglo XXI,  y el conocerlos, más que entretenernos, nos permite entender lo absurdo de nuestro presente. Procusto - a quien también se le llamó Damastes- era un terrible y sanguinario personaje de la mitología griega, maniático de la uniformidad y de las dimensiones humanas. Le molestaba que los hombres no fuesen todos iguales. No toleraba ni los enanos ni los altos. Él quería imponer la igualdad. Era una especie de comunista utópico de su época y nunca llegó a comprender aquel viejo proverbio rico en diversidad : No se es superior porque se tiene más inteligencia, sino porque se sabe emplearla...
Nos narra el mito que viajero que transitaba los caminos de Eleusis y caía en manos de Procusto era primeramente desvalijado - una primera forma de imponer la igualdad, muy vigente en estas latitudes nuestras- y luego acostado en un catre, que pasó a la historia con el nombre de el "lecho de Procusto". Si el desdichado cabía exactamente en la cama, podría dejar de serlo y retirarse felizmente. Pero si resultaba más "cunene" era dolorosamente estirado hasta alcanzar el tamaño del famoso lecho (en griego antiguo la palabra Prokustes significaba "alargador") y si era más alto, se lo emparejaba serruchándole las piernas, buscando la justa dimensión. Todo terminó cuando Teseo, quien viajaba por ese camino de Atica, fue invitado por Procusto a descansar. Al acostarse en el lecho, Teseo se colocó de través, en lugar de hacerlo a lo largo como todo el mundo. Esto desconcertó tanto a Procusto que Teseo pudo atacarle con su espada, partiéndolo en dos mitades exactamente iguales. Procusto se ha convertido en un símbolo de conformismo y uniformización. Una cama o lecho de Procusto es un estándar arbitrario para el que se fuerza una conformidad exacta. Este mito es muy utilizado por distintas ciencias, que lo aplican con el fin de ejemplificar el uso arbitrario, sesgado y autoritario de la información con que se trabaja, en función de aceptar ciertas hipótesis. Por ejemplo, una teoría procustea deforma los hechos para hacerlos encajar, aún forzando su naturaleza, en un cierto patrón ideológico. Esta alegoría se aplica principalmente a aquellos dogmáticos que se empeñan en ajustar de un modo forzado y violento una idea determinada a su propio criterio o a una norma preestablecida.

Los estudiosos de estos asuntos nos hablan, por ejemplo, de la Falacia ad hominem: se ataca a la persona en lugar de rebatir sus argumentos.

Así como también nos hablan de la Falacia ad populum : apelar a las emociones de una multitud. Así las cosas ya se escuchan los desentonados cantos de sirena que entonan una perversa melodia:  "Ya el encanto de Juan Guaidó se acabó..." Ahora tratan de acomodarle su lecho de Procusto tropicalizado. Como lo apunta el buen amigo y ex rector Elis Mercado: " ... Caen en el juego y no ven que van con todos los hierros en sus intenciones de desplazar a Guaidó de la presidencia de la AN el 5 de enero... El es el maximo símbolo de la resistencia contra la dictadura, símbolo reconocido por sesenta paises y organismos internacionales... El momento exige sinderesis..."

Por eso se suele decir - obligatoria analogía -  es el lecho de Procusto cuanto se procuran quienes  pretenden forzar la realidad para que se ajuste a su modelo. Más específicamente se habla del lecho de Procusto en relación con la inescrupulosa conducta de quienes pretenden acomodar la realidad a la estrechez de sus intereses. Intereses que no les permiten ver ni la grandeza ni la dimension de este hombre, que logró mantener viva y altiva la esperanza de toda una nacion.
Atacar Juan Guaidó en la víspera de unas elecciones parlamentarias es un acto injusto e  inaceptable y una canallada desecharlo ahora, después de tanto sacrificio. Revisemos el balance de los 10 meses anteriores y hagamos el sincero esfuerzo de compararlo o medirlo, con el balance de tantos años perdidos.

 Manuel Barreto Hernaiz

martes, 26 de noviembre de 2019

Don’t Be Just Emotional While Finding Your Business Name

Don’t Be Just Emotional While Finding Your Business Name

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business name  
When it comes to naming their business, people often commit blunders which never let their business gain popularity in the sea of a million fishes. To avoid mediocrity and gain brand popularity, follow these simple steps which will help you name your company right.

A meaningful tandem

Naming your company should be a decision backed by both logic and emotion. You can list down the possible names of your company yourselves, with your co-workers, family members or you can take help from many business name generators online, but you should know what you seek.
You should know that when we talk about being emotional while naming your company, it’s not meant that you should be an emotional fool. Instead, being emotional means going with your gut feelings, only if your feelings are rational and backed by logic.
Now you might be thinking that how can one sound logical, along with being emotional? Well, one can.
Logical here relates to some of the tips listed below which you should follow:
  • While being emotional, you may choose a personalized name which well relates to you and your personal life, but it should be kept in mind that it will be irrelevant to your potential clients.
  • Testing your name for search engine optimization is an integral part of being logical with the name you choose. Your brand name should be SEO friendly so that it can be found easily online.
  • The third thing to look out logically while naming your company is how will you sound saying it aloud in the public? Of course, you should take pride in introducing your company in public environments or when someone calls you, but a rational name can help you get that confidence a level up.

How To Choose a Business Name Easily?

Here is a point to point guide for choosing a business name easily:
  • Decide what you want to brand
When you decide to name your company, you need to think of what you have to offer to your potential and active customers. The kind of service you offer or the nature of your service (e.g. instant) should be a base for naming your company.
  • Avoid generic names
At the start of your business, you may offer only one kind of service, but who knows if you keep up the hard work, your business will create a sonic boom? Then you will be adding more feathers to your cap or more services/products under your company’s name.
At this stage, if you have a generic name, you will find difficulty rebranding it or even worse, making customers believe you offer other things too.
  • Brainstorm
You should either list down the names you like or you can take help from an online business name generator. These brand naming agencies segregate some of the best names for your business after researching your target audience for what they like and dislike.
  • Checking for trademark issues
When you hire a branding agency, or even yourself to find a creative name for your company, a list of reasonable names is composed. Post listing down names, the names should be tallied with the U.S. Patent and Trademark Office for copyright issues. This will avoid hiring a hefty lawsuit in the future.
  • SEO
While naming a company is an emotional and logical task, it’s also a technical one. Will your name be aided by search engine optimization?
Will your potential customer find you easily on the web? Or will they give up after going through three full result pages? All these things should be considered and then you should name your company with a name that facilitates easy search engine optimization.
business name

Why do bad company names hurt?

A company named in full emotional state, with a largely generic title, will have to suffer a bad brand image, nine out of ten times. If you want to know why a bad company name will hurt you, here is a list:
  • Inaccuracy
When your name is a generic one and too confusing, what else will you expect from your potential clients apart from sending their queries to the wrong e-mail address? And seeing a contract coming your way, making its way to your competitor because a client couldn’t differentiate between the two names, is frustrating.
  • Customer’s intolerance
It will be a situation full of frustration for your customers when they punch in your name and add dot com at the end and land at a totally different digital space. So you need to choose a name that is unique, easy to spell and goes well with your domain name. Situations like these will draw your customers away, causing a lack of revenues.
  • Ineffective marketing
When you name your company with a misleading and complex name, every marketing strategy you choose will preferably fail. This is because your potential clients will stay confused about your main motive and will choose to discontinue their interest in you.
 These were some of the consequences of choosing a bad company name, if you don’t want to go through these, you should follow all the steps above these consequences to avoid the hefty costing rebranding process.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

En qué consiste el plan de Maduro contra todo el sistema financiero

En qué consiste el plan de Maduro contra todo el sistema financiero

Por José Manuel Rotondaro (KonZ).- Las acciones en materia financiera que ha estado llevando a cabo el régimen de Nicolás Maduro lucen incoherentes entre sí, en cierto grado inconsistentes con el discurso político del propio régimen y desordenadas en su implementación. Pero existe la posibilidad de que haya dentro del equipo que realmente dirige la política económica un objetivo específico que no han querido exponer de manera explícita.
Maduro pretende controlar todo el sistema financiero / Foto: @NicolasMaduro
Mi análisis puede estar errado y puedo pecar de otorgar a Nicolás Maduro y su grupo una capacidad inexistente de planificar el rumbo económico con un horizonte de mediano plazo. Pero las piezas encajan.

¿Cuál es ese objetivo?

La creación de un sistema monetario y financiero que le permita al régimen un control absoluto de todas las transacciones económicas del país, con una estructura novedosa.
De todos los sectores económicos, muchos consideran que...
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Primero voy a describir los hechos por todos conocidos, pero desde la óptica de esa estrategia supuesta:
  1. Destrucción de la banca, primordialmente la privada pero también la oficial
La decisión del BCV de indexar los créditos a la variación del dólar, comentada previamente, es un torpedo a la línea de flotación de la banca. Por un lado debe conducir a una caída abrupta de la demanda del producto que sostiene la actividad. Si no otorga créditos comerciales, ¿qué actividad rentable pueden seguir haciendo los bancos?
Un aspecto de la medida es que establece una tasa de interés nominal en dólares de hasta 0,5% mensual para los créditos comerciales. El resto de la cartera sigue sin indexación y con tasas máximas de interés nominales de apenas 2%-2,5% mensual. Por el otro lado del balance, los depósitos ganan cerca de 1% mensual nominal sin indexación.
Esto puede estar ocurriendo adrede. El petro está siendo gestionado directamente por el Ejecutivo, con escasa (o ninguna) participación del BCV. El manejo y propiedad de las reservas pudieran ser rápidamente transferidos al Fonden o a un ente similar, tal como ocurre en China. Con la desaparición de la banca, al menos la privada, y con ello la extinción de los créditos y los depósitos, no habría necesidad de una política monetaria. Luego, el BCV puede ser fácilmente abolido.
En un contexto en el cual el régimen ha demostrado que es capaz de mantener una cierta estabilidad en el tipo de cambio, comparado con la inflación, tal como ha ocurrido en las últimas semanas. Esto se traduce en que es factible que la banca en forma estructural pierda dinero en la intermediación, sin considerar el impacto de la inflación sobre los gastos operativos.
A la vez, el BCV viene estrangulando la liquidez bancaria, lo cual está causando que varias instituciones financieras estén incumpliendo con el encaje obligatorio. Esto les está acarreando altísimas multas.
¿A qué conduce esto? Los dueños de los bancos llegarán a un punto en el cual deben decidir entre recapitalizar con fondos que mantienen en el exterior (la supuesta meta del gobierno) o dejar que el banco siga insolvente hasta que el régimen decida intervenir. Es decir, la banca se convertirá en una especie de zombie financiero como el BOD.
  1. Abandono del bolívar como unidad monetaria
Una de las tres características esenciales que los economistas asignan al dinero, es su capacidad para almacenar valor. La moneda emitida por el BCV perdió esa función hace un buen tiempo, pero aún quedan rezagos, principalmente los depósitos transitorios que empresas y personas se ven obligados a mantener en sus cuentas bancarias.
En un artículo anterior resaltaba cómo la decisión de indexar los créditos comerciales genera un tratamiento altamente regresivo, pues los depósitos no disfrutan del mismo ajuste. Este tratamiento refuerza el castigo al que desde 2003 vienen siendo sometidos los depositantes con tasas de interés sustancialmente inferiores a la inflación.
Hay en esta actitud dos contradicciones. Por un lado, un régimen que dice seguir postulados socialistas, castiga a la mayoría (los depositantes) en beneficio de la minoría (los deudores crediticios).
Quizás la institución que más ha defraudado es el Banco...
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La otra contradicción es que cualquier política antiinflacionaria pasa por crear los incentivos para que las personas ahorren, sacrificando el consumo inmediato. Más allá de si la población venezolana posee ingresos disponibles para ahorrar, la actual situación estimula la compra de bienes y servicios incluso si no son necesarios inmediatamente ante la desvalorización que sufren los depósitos.
Otra función del dinero es servir como unidad de cuenta. Progresivamente el bolívar está perdiendo relevancia en este campo. Desde hace décadas, los precios en operaciones con bienes fijos como inmuebles se han establecido en dólares. Esta práctica se ha extendido con mayor intensidad recientemente por iniciativa de los comerciantes.
Pero ahora el régimen está propiciando un abandono del bolívar al fijar precios de bienes y servicios en petros y, de acuerdo con los últimos anuncios, exigir que la contabilidad se lleve en petros y bolívares en forma paralela, ejecutando lo anunciado el año pasado.
La última y necesaria característica para calificar un activo como moneda, es que sirva como medio de pago. El BCV desde hace años ha abandonado su responsabilidad de proveer a la economía de billetes y monedas en denominaciones y volúmenes adecuados. Este año ni siquiera ha pretendido suministrar billetes nuevos.
Paralelamente, el deterioro y obsolescencia de los sistemas de pago electrónicos han llevado a la adopción quizás no masiva pero sí significativa de otras monedas para transacciones comerciales, tanto en efectivo como mediante transferencias interbancarias en cuentas en el exterior. En esto incluso el régimen ha jugado un rol clave al obligar a los bancos a vender euros en efectivo al detal, so pena de importantes multas.
La actitud del régimen pareciera estar signada por una indolencia ante la muerte del bolívar, apostando al petro sustentado en sistemas digitales.
  1. Desmantelamiento del Banco Central
Anteriormente mencioné cómo el BCV está siendo criticado justificadamente por la incapacidad para cumplir con sus funciones. También reseñé el deterioro intelectual y organizativo de su cuerpo directivo.
Esto puede estar ocurriendo adrede. El petro está siendo gestionado directamente por el Ejecutivo, con escasa (o ninguna) participación del BCV. El manejo y propiedad de las reservas pudieran ser rápidamente transferidos al Fonden o a un ente similar, tal como ocurre en China. Con la desaparición de la banca, al menos la privada, y con ello la extinción de los créditos y los depósitos, no habría necesidad de una política monetaria. Luego, el BCV puede ser fácilmente abolido.
La población tendría un instrumento emitido y manejado por el régimen que combinaría identificación y registro de tenencia de petros (¿Carnet de la Patria?), al cual se le abonarán sus ingresos y con el cual realizará sus compras, quedando el remanente como única expresión del patrimonio financiero.
¿Suena absurdo? Imaginen a Pol Pot, el sanguinario dictador de Camboya, con un sistema electrónico de asignación de recursos en lugar del fallido esquema basado en registros físicos que implementó al eliminar el dinero en los años 70.

Corolario

Suponiendo que este sea el objetivo final de las aparentemente incoherentes medidas económicas, el régimen enfrenta dos retos enormes.
Primero está el problema básico que impide la estabilización económica: el nivel actual de ingresos petroleros es insuficiente para mantener adecuadamente alimentada y servida a la población venezolana. Las medidas en marcha agravan este déficit al reducir el espacio para la producción de bienes y servicios por parte del sector privado.
Lo segundo es que el genio de la dolarización está suelto y, gústenos o no, será difícil que vuelva a la botella. El gobierno intentará sin duda forzar el uso del petro pero mientras tanto la población habrá perfeccionado su capacidad para evadir el uso de una moneda manejada por el gobierno, petro o bolívar.

Noel Álvarez Animal mitológico 12 noviembre, 2019

Animal mitológico

12 noviembre, 2019
Dictador era el título otorgado en la antigua Roma a un litigante escogido por el Senado y ratificado por los comicios curiados en situaciones de excepcionalidad o emergencia. Era una magistratura con poder limitado. En casos de guerra o de emergencia, el senado romano nombraba a una persona con amplios poderes. En los últimos años de la República, determinados políticos romanos se proclamaron dictadores para asumir potestades que la legalidad colegiada existente no permitía. Algunos de ellos se proclamaron dictadores vitalicios. Según un refrán español: de casta le viene al galgo.
Diversos historiadores sostienen que ahora “la dictadura no tiene el claro sentido que tuvo en Roma”. Actualmente, dictador es aquel gobernante que asume de una forma despótica todo el poder del Estado, prescindiendo de los valores generalmente aceptados del sistema democrático de representación. En Hispanoamérica las dictaduras se caracterizan por el poder absoluto de una persona, por la censura a la prensa, por el exilio o la cárcel para los opositores al régimen y por el control policíaco sobre las masas.
Latinoamérica muestra una larga historia de dictaduras y en consecuencia, no es sorprendente que se hayan escrito tantas novelas sobre dictadores individuales, o sobre los problemas de la dictadura, del caudillismo, caciquismo, militarismo y figuras similares. El legado del colonialismo es uno de conflictos raciales, que a veces empujan una autoridad absoluta a levantarse para contenerlos y así nace el tirano. Buscando un poder ilimitado, el tirano se erige como único salvador de la patria, ser imprescindible para la buena marcha de la nación. Hace creer a la población que ha sido puesto allí por la providencia con la misión de salvar a la patria de sus enemigos.
El dictador dice vivir para el pueblo, pero a la vez le exige a este que muera por su patria, que pase hambre y que comparta el precepto de que “ser rico es malo”. El dictador en general se declara defensor de los intereses de la nación y del pueblo. Otros aspectos del déspota son, su fingido patriotismo, su delirio de grandeza y un narcisismo desmesurado: se cree omnipotente e invencible. Siempre se muestra impasible ante la muerte ajena y la usa como un instrumento de poder para “erradicar a los enemigos de la patria”. Sobrevalora su poder y desprecia a las personas de su entorno, sin reconocer que depende de su ayuda para mantener el control. Su despotismo lo convierte en un ser solitario que no comparte, ni confía en nadie. Siempre se dirige al pueblo en un lenguaje retórico, simplista, apelando a la paranoia: “debemos mantenernos vigilantes ante los enemigos de la patria”.
En el terreno de la ficción los dictadores adquieren ciertas características específicas: pueden fundarse sobre un personaje histórico, o, como en El otoño del Patriarca, de la suma de varias identidades que producen una nueva. Las excentricidades de la vida de los dictadores, así como la brutalidad del abuso de poder que ejercen, ha determinado la figura del dictador en la novela. De ahí que García Márquez haya considerado al dictador como el verdadero «animal mitológico» que ha producido América Latina.
Algunos sostienen que la guerra es un elemento esencial para la llegada al poder del tirano porque, con la promesa de controlar los enfrentamientos bélicos, se asegura la obtención de poderes extraordinarios y una vez finalizado el conflicto, ya es muy tarde para revertir su entronización en el poder. El siguiente paso en la continuación de su proyecto, será la pulverización de las instituciones que representan un estorbo para sus planes autoritarios. Los tiempos modernos han asistido al alumbramiento de lo que han sido calificadas como neo dictaduras porque tienen su origen en procesos electorales legítimos, pero, una vez conquistado el poder, las instituciones son canibalizadas y arrodilladas por la loca carrera totalitaria.
Como si fuera poco lo anteriormente expresado, ahora nos encontramos ante un novedoso artificio justificante para la perpetuación de los tiranos en el poder: la reelección es un derecho humano que no debe, ni puede ser conculcado. Ante estupideces como esta mi difunta madre tenía un refrán: “achaques quiere la muerte”. A este paso, la democracia en Latinoamérica pasará a la historia como una vulgar caricatura. Mientras las sociedades se entretienen deliberando sobre el sexo de los ángeles, las neo dictaduras van proliferando como la verdolaga, por ese camino hemos topado con: Fujimori, Ortega, Chávez y su descendencia, Morales y por allí se sienten los pasos de AMLO.
Coordinador Nacional del Movimiento Político GENTE

jueves, 7 de noviembre de 2019

proyecciones ECOANALITICA de las perspectivas en el corto y mediano plazo

Los directores de Ecoanalítica, Pedro Palma y Asdrúbal Oliveros, quienes presentaron sus proyecciones en el foro organizado por la firma para evaluar las perspectivas en el corto y mediano plazo, pintan un escenario donde el PIB sigue recortándose de manera relevante, la inflación se desacelera pero continúa en un rango muy elevado y la cotización del dólar fluctúa de acuerdo a la magnitud del gasto del Gobierno.
Asdrúbal Oliveros explica que tras el recorte del crédito bancario por el alza del encaje y la reciente indexación de los préstamos comerciales, los bolívares que impulsan la cotización del dólar provienen del gasto público; por lo tanto, existen dos escenarios para el corto plazo: uno donde el tipo de cambio finaliza este año en un rango de entre 40.000 y 45.000 bolívares por dólar, y otro donde alcanza un rango de entre 90.000 y 96.000 bolívares por dólar.
“En el primer escenario, el Gobierno contiene la inyección de bolívares a la economía; y en el segundo, la dosis de gasto público es mayor. Este es el dilema que tiene que resolver la administración de Nicolás Maduro en las próximas semanas”, dice Asdrúbal Oliveros.
Entre los aspectos a considerar en este escenario, destaca que PDVSA aún no ha cancelado 60% de la deuda que tiene con sus proveedores y que la administración pública no ha ejecutado 56% de lo previsto para inversión, dos variables que podrían traducirse en una mayor inyección de gasto.
No obstante, el Gobierno podría disminuir el impacto de una mayor inyección de gasto si aumenta el encaje bancario, incrementa la venta de euros en efectivo y cancela a proveedores con oro y criptomonedas, dos modalidades que ha comenzado a utilizar: “La capacidad de adaptación no es solo del sector privado”, recuerda Asdrúbal Oliveros.
La sobrevaluación
La cotización del dólar ha aumentado en 2019, pero a un ritmo más lento que el experimentado por el precio de los bienes y servicios como alimentos, transporte o electrodomésticos. Este desequilibrio ha derivado en la sobrevaluación del tipo de cambio o, dicho de otra manera: el dólar está artificialmente barato.
“El tipo de cambio de equilibrio, es decir, el valor que debería tener el dólar en este momento para que el producto local sea tan competitivo como el importado, es de 90.414 bolívares y está en torno a 20.000 bolívares. Esto nos explica el auge de los bodegones”, dice Asdrúbal Oliveros.
Profundiza en el tema de la sobrevaluación y agrega que “como el ritmo al que sube el dólar es menor al que se incrementa el precio del resto de las cosas, ahora se necesitan más dólares para comprar lo mismo: para comprar lo que comprabas en enero de este año con 100 dólares al cierre de octubre necesitas 300”.
Las proyecciones de Ecoanalítica contemplan que este año ingresarán al país 3.500 millones de dólares por concepto de remesas y en 2020 unos 4.000 millones.
Avanza el dólar
Un estudio realizado por Ecoanalítica entre el 10 y el 15 de octubre en siete ciudades (Maracaibo, Barquisimeto, Lecherías, Valencia, Puerto Ordaz, Caracas y Maracay) muestra cómo avanza el uso del dólar como medio de pago.
El estudio evaluó 12.600 transacciones en 136 establecimientos comerciales para el pago de seis rubros y determinó que 53,8% de las transacciones se realizaron en dólares, mediante efectivo y transferencias.
La proporción del uso del dólar varía en cada ciudad: en Maracaibo 86%, Barquisimeto 59,6%, Lecherías 59%, Valencia 51,1%, Puerto Ordaz 49%, Caracas 49,5% y Maracay 42%.
Los seis rubros evaluados fueron electrodomésticos, electrónica, alimentos, repuestos, cuidado personal, ropa y calzado.
Inflación y recesión
Pedro Palma explica que la medición de la variación de precios que realiza Ecoanalítica cada semana indica que la inflación se ha desacelerado de manera importante: de una variación en torno a 2.000.000% en 2018, se espera que este año se ubique en 18.500%.
“El problema se ha mitigado, pero está muy lejos de solucionarse. La desaceleración obedece fundamentalmente a que el Gobierno disminuyó la creación de dinero para financiar gasto público, adoptó una política monetaria muy restrictiva al punto que actualmente los bancos solo pueden prestar 80 céntimos de cada bolívar que tienen en depósitos. El crédito prácticamente se ha paralizado y esto incide en el consumo y la demanda agregada”, dice Pedro Palma.
“Otro factor a tomar en cuenta es que ha mejorado la recaudación tributaria porque se ha obligado a las empresas a pagar impuestos por las ventas brutas”, destaca Pedro Palma.
Si bien estas medidas han ayudado a desacelerar la inflación, han acabado con los disparadores del crecimiento: gasto, crédito y consumo, lo que apunta a una profundización de la recesión que comenzó en 2014.
La proyección de Ecoanalítica es que este año el PIB sufra una contracción de 39,1%, donde el PIB petrolero cae 25,2% y el no petrolero 44,3%.
El próximo año
Para 2020, la firma considera que el país se moverá en un escenario con baja probabilidad de un cambio político, reducción de la economía, de las empresas y los negocios; mayor peso de la economía ilegal, mayores niveles de dolarización transaccional y ajuste en los servicios.
La perspectiva es una nueva caída del PIB de 10,8%, inflación de 3.014% y un precio promedio de la cesta petrolera venezolana en torno a 55,7 dólares el barril. El tipo de cambio paralelo cerraría el próximo año en 1.328.395 bolívares por dólar y el oficial en 1.315.111 bolívares por dólar, si es que la depreciación de la moneda es igual a la inflación.
Entorno político
Félix Seijas, director de la consultora Delphos, presentó los resultados obtenidos en la encuesta realizada en septiembre de este año.
Entre los resultados relevantes, destacó que la intención de voto ante unas eventuales elecciones presidenciales se ubica en 57,9% para la oposición y 14,6% para el PSUV, mientras que 14% afirma que no votaría por ninguno de los dos bandos, 11,8% no sabe y 1,6% indica que no votaría.
Ante la interrogante de si Juan Guaidó debe convocar a unas elecciones parlamentarias en 2020, el 62,7% de la población responde de manera afirmativa, 16,3% que no debe hacerlo, 12,9% que quizás sí y 8% que quizás no.
Ante la interrogante: ¿Qué es lo mejor para el bien del país? 8,1% contesta que Nicolás Maduro continúe en el poder, 10,6% que surja alguien que rescate las ideas de Chávez, 35,2% que Guaidó tome definitivamente el poder, 38% que surja otro líder opositor, 5% ninguna de las anteriores, y 3,1% no sabe.
No obstante, Félix Seijas destacó que ha comenzado a disminuir el nivel de confianza en que Juan Guaidó pueda producir resultados concretos de cambio.
“En general la gente tiene buen concepto de Juan Guaidó como persona, pero el deseo predominante es que se apure. Las bases del apoyo han comenzado a debilitarse, por eso el poder de convocatoria es menor, vemos desarticulación de la presión social y gana terreno la idea del outsider”, resume Félix Seijas

martes, 5 de noviembre de 2019

LA GUERRA PSICOLÓGICA José Toro Hardy


LA GUERRA PSICOLÓGICA
José Toro Hardy

Insidiosa, sinuosa, sigilosamente van penetrando en nuestras mentes. No es una guerra económica, es una guerra sicológica. En un momento dado nos inducen a creer que el triunfo es inminente, para después hacernos pensar que es inútil,  que todo está perdido. Repiten la operación una y otra vez, pacientemente y con perseverancia. Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Y efectivamente el objetivo es romper la voluntad de los ciudadanos.

Si como individuos nos damos por vencidos, como sociedad estamos derrotados. La primera batalla tenemos que librarla dentro de nosotros mismos. No debemos permitir que nos inoculen el virus del pesimismo. No podemos entregarnos a la desesperanza. 

No hay guerra más devastadora que aquella que se libra en la mente de los individuos. Aquellas batallas que el adversario intenta que se desaten en nuestro subconsciente con el objeto de conducirnos a un punto de quiebre. Las armas de la contienda son introducidas subrepticiamente en nuestra psique. Lo hacen a través de una propaganda goebbelianamente concebida.

Detrás de ese continuo vaivén del optimismo al pesimismo y nuevamente a la esperanza, para inmediatamente caer en el desasosiego existe toda una planificación perversa.

No hay mayores trampas que las artimañas que día a día nos tienden para controlarnos. Una guerra sicológica bien estructurada. Una guerra destinada a paralizarnos, a que nos resignemos.

Me referiré a algunas de las sensaciones y angustias de las cuales nadie escapa en Venezuela. A todos nos ha pasado en un momento o en otro. Pero no, no nos dejemos dominar por ellas. Vamos bien por más que a veces la angustia nos paralice. No caigamos en la estratagema de la desesperanza que despliegan ante nosotros.

Esto se está acabando. La economía colapsó. La moneda también. La lógica nos dice que el final es inminente. La comunidad internacional por fin está actuando. Pero al ver las noticias esta gente actúa como si nada estuviese pasando. Vivimos en una montaña rusa de emociones.

¿Tendremos que irnos? Más de 4 millones lo hicieron ya. ¿Qué nos depara el futuro? ¿Qué será de nuestros hijos si se van? ¿Y qué será de ellos si se quedan? ¿Cómo lograremos salir de esta locura? Quieren que nos acobardemos y resignemos.

Y como si todo lo anterior fuera poco hay un segundo frente de batalla al cual nos conducen. Es un plan para dividirnos, para ponernos a pelear entre nosotros mismos. Tratan de confundirnos para que comencemos a disparar hacia los lados, contra nuestra propia acera, sin entender que el adversario común, al cual debemos vencer, está en la acera del frente.

Para eso nada más fácil que introducir a través de las redes campañas de descrédito que hablen del fracaso de nuestros líderes. Se trata un ardid que rápidamente consigue adeptos. Ahí las ambiciones personales juegan un papel relevante.

“Tanto tiempo y no ha logrado nada” es el argumento que insidiosamente inoculan en las redes y que innumerables incautos repiten con distintas tonalidades. “Cae en las encuestas”, “es que no tiene experiencia”, “está cayendo en su juego y les permite ganar tiempo”. Con estos y otros argumentos similares se  pone en funcionamiento una estrategia que tiende a desbancar a quien hoy representa la mejor opción que en mucho tiempo hemos tenido, dado el apoyo popular e internacional que ha logrado.

Y todo lo anterior conduce a una crisis sorda, callada, que atenaza el corazón de cada venezolano. Una incertidumbre siempre presente. Una angustia que se somatiza, que no nos deja dormir y que al despertar, a veces temblando, nos paraliza y a veces conduce a crisis de pánico.  No, no nos dejemos engañar. ¡Vamos bien!

Quizá el mejor antídoto frente a tantos ardides es colocarnos en los zapatos del adversario. Pongámonos en su lugar. Saben que hay una situación insostenible y que el tiempo se les acaba. ¿Qué irá a ocurrir con ellos? ¿Y la familia? ¿Quién los va a recibir? ¿Cómo vivir en un lugar extraño, quizá sin ni siquiera conocer el idioma? ¿Los meterán en el mismo saco junto con otros que hicieron cosas mucho peores? ¿En quién pueden confiar? ¿Quién los estará traicionando? ¿Cuándo será el momento de irse? ¿Lo perderán todo? ¿Dónde esconder lo que tienen si en todas partes les siguen la pista?  ¿No será mejor aprovechar la oportunidad que aún les ofrecen antes de que sea tarde? ¿Quién será el próximo sancionado?

Cuántos trucos les estará jugando su psique. Deben estar viviendo un infierno.  La misma guerra sicológica que desataron ahora se está revirtiendo contra ellos. Están llenos de miedos e incertidumbres.

Cuando las cosas dejan de ser viables, simplemente dejan de ser viables. Hasta Goebbels lo sabía y al final, junto con su jefe, tomó una decisión fatal.

¿Quiénes estarán más angustiados, ellos o nosotros?

miércoles, 30 de octubre de 2019

Vladimiro Mujica Los pueblos no se equivocan, ¿o sí? 30 octubre, 2019

opinión

Vladimiro Mujica

Los pueblos no se equivocan, ¿o sí?

30 octubre, 2019
Explotan las redes con un artículo que se atribuye a Mario Vargas Llosa sobre Argentina. Digo se le atribuye porque hay denuncias importantes de que se trata de otro caso de “fakenews”. Hace unos años Vargas Llosa escribió un artículo de similar contenido sobre Venezuela, esta vez verificado. La tesis común en ambos textos: Los pueblos de Venezuela y Argentina cavaron sus propias tumbas al elegir gobernantes populistas autoritarios. Nadie se los impuso, venezolanos y argentinos tienen una gran responsabilidad en haber elegido los destinos catastróficos que hoy aquejan a sus naciones.
A la tesis que aboga por la responsabilidad ciudadana en el crucial tema de la democracia se le opone la demagogia comunistoide que afirma que los pueblos nunca se equivocan. Una especie de defensa mística de algo que se describe como la sabiduría popular. Ello con independencia de la sólida evidencia histórica de que algunas de las mayores tragedias de la historia ocurrieron disparadas inicialmente por un acto de voluntad popular: por una elección.
El caso más paradigmático lo constituye la elección alemana del año 1932 que llevó al mariscal Hindenburg a designar a Adolf Hitler como Canciller en 1933, un hecho que tuvo consecuencias nefastas para todo el mundo civilizado y que condujo en última instancia a la ruina de Alemania y a la II Guerra Mundial. Vale la pena sentarse a mirar los estupendos documentales o a leer los valiosos tratados sobre el ascenso de Hitler al poder para maravillarse del poder histriónico, del poderoso carisma de Hitler que lo llevó a convertirse en un auténtico líder de masas. De hecho, es suya la reflexión de que más que imponer el terror de las armas era preferible ganar el corazón de los alemanes. La idea de la Gran Comunidad, sin clases sociales y con un solo liderazgo es también de Hitler y su ministro de Propaganda e Iluminación, Goebbels. Por muchas razones, la democrática y europea Alemania ha optado por tratar de desaparecer su pasado nazi, pero ahí están los hechos tercos, como diría Lenin. Errores similares de juicio del pueblo, se produjeron en Italia y en numerosos países africanos. Más cercanamente están los casos de Argentina y Venezuela. Argentina con el peronismo castrante y sus herederos, y Venezuela con el chavismo.
Que el pueblo se equivoca con H mayúscula, parafraseando a Cortázar, obliga a reflexiones muy complejas sobre la democracia y el bien común. Reflexiones éstas que se remontan a La República de Platón, quien argüía, en traducción moderna, sobre la necesidad de que el gobierno fuese elegido y estuviese en manos de un sector restringido de gente privilegiada, bien por su instrucción, su posición social, o ambas. Esta democracia censitaria, basada en un censo de capacidades, fue la norma, más que la excepción en muchos países hasta comienzos del siglo XX, cuando se fueron extendiendo los movimientos a favor del voto libre y universal. En algún momento se intentó imponer como condición en algunos países el saber leer y escribir, pero inclusive esa restricción desapareció. La realidad que estamos viviendo en nuestros países es que tenemos voto universal, pero un número muy importante de ciudadanos con derecho al voto no lo ejerce, por un conjunto de razones que van desde la carencia de información hasta la apatía, y muchos de quienes lo ejercen, o no tienen ninguna información sobre el significado del voto o son susceptibles a la manipulación, a los “fakenews” y a la manipulación, adelantada por humanos, por robots en Internet, o ambos. A todo ello hay que añadirle la desigualdad social y económica que determina la existencia de una correlación muy profunda entre estos males endémicos en nuestro países y la manipulación populista del voto.
Como si el cuadro no fuese lo suficientemente complejo y desolador, el mal de la corrupción, la ausencia de ética en la función pública y la propensión de muchos dirigentes políticos a dejarse llevar por una visión mediática de la política, controlada por “influencers” y redes sociales, contribuye a agravar dramáticamente el problema de la defensa de la democracia. Líderes débiles, excepto cuando parecen tener detrás su propio carisma y el apoyo de sectores poderosos, o cuando le venden una ilusión populista y demagógica al pueblo, todo ello aunado con una población en buena parte desprotegida y a merced de sus propias carencias, limitaciones y resentimientos. Visto así, pareciera ser un milagro que la democracia haya sobrevivido en muchos países.
Este tipo de reflexiones y preguntas sin aparentes respuestas han llevado a la idea de epistocracia, o gobierno de la gente con conocimiento, adelantada entre otros por Jason Brennan, profesor de la Universidad de Georgetown, en su último libro, Against Democracy (Contra la democracia).
La polémica teoría de Brennan parte de una premisa: “En general, los votantes son unos ignorantes”. En su descripción de la sociedad están los hobbits, gente desinformada que debería abstenerse por responsabilidad; los hooligans, que siguen la información política con la conducta de quien apoya a su equipo de fútbol; y los vulcanos, que estudian la política con objetividad científica, respetan las opiniones opuestas y ajustan cuidadosamente las suyas: “Cuando se trata de información política, algunas personas saben mucho, la mayoría de la gente no sabe nada y mucha gente sabe menos que nada”.
La tentación de las respuestas fáciles, a prueba de idiotas, acerca de qué funciona mal cuando los pueblos se equivocan, es muy grande. En esa dirección van las frases globalizantes y generalizadoras: “los venezolanos nunca han entendido”, “los argentinos no aprenden”, que responden todo y no responden nada, y que separan la inmensa responsabilidad del liderazgo político, con sus errores y aciertos, en inducir respuestas en la población. Lamentos y llorantinas que dejan al populismo irresponsable y corrupto, a la izquierda comunistoide, corrupta y sin principios que mal gobierna Venezuela y Cuba, en una alianza criminal con el terrorismo y el narcotráfico, como señores del campo. La alianza perfecta, dicen algunos, entre la estupidez de los pueblos y la astucia de los bandidos, una versión menos acabada de la frase que reza “los pueblos tienen el gobierno que se merecen”.
La verdad del asunto es que no hay ningún milagro en el funcionamiento imperfecto de la democracia, el peor sistema político, como diría Churchill, excepto por el resto. Hay instituciones, hay líderes visionarios que entienden que hay que cambiar y conectarse con la gente, hay partidos políticos que garantizan la transducción del poder que reside en la soberanía popular al gobierno, hay constituciones que se renuevan y se mantienen vigentes, y hay un sistema educativo que enseña los valores de la democracia y la libertad. Y estamos nosotros obligados a defenderlos con todas sus complejidades. Sin esperar que venga la epistocracia a imponerse, o que los pueblos aprendan las bondades de la economía de mercado y la libertad de pensamiento. Esa es el verdadero reto del ejercicio consciente de la ciudadanía, el bien más preciado que nos ha dado la civilización occidental y que nos convoca a nunca dar por sentadas la democracia y la libertad.