*¿Qué buscó Trump?* Desde un primer momento insistió en la rendición
incondicional de los líderes del chavismo, a través de las sanciones y sobre
todo de las imputaciones por corrupción, narcotráfico y apoyo al terrorismo. ¿Qué se logró con eso? Nada, pues nadie fue capturado, extraditado y
enjuiciado. Todos los imputados siguen como si nada hubiese ocurrido. En esa
firme posición los cubanos tuvieron mucho que ver, porque insistieron que por
las malas no se podía aceptar el propósito de los gringos. Siempre he sostenido
que los cubanos de pendejos no van a morir y ellos sabían y saben que de la
crisis venezolana pueden sacar mucho provecho y están tratando de obtener
ganancias, como expuse la semana pasada. La rendición incondicional parecía la
salida ideal y soñada, pero al final no se logró el objetivo. Aparentemente, *esa
falla la tiene bien clara el equipo de Biden, razón por la cual buscan cambiar
de enfoque impulsando una salida política, pacífica y electoral que contaría
con el supuesto apoyo de Rusia, China y Cuba, a cambio de beneficios, para
realizar elecciones presidenciales y parlamentarias este año* ; pero además
cediendo en un aspecto fundamental y atractivo para el chavismo: que podrán
seguir siendo actores políticos en Venezuela, porque no buscarían
desaparecerlos y tampoco les prohibirían participar en las elecciones, sino que
lograrían sobrevivir políticamente, aunque eso también es tema de análisis
tomando en cuenta que el chavismo se construyó no solo sobre la base del
carisma de Chávez, que nadie más tiene dentro del PSUV, sino del uso del poder
y los recursos públicos para financiar su aparato político y eso probablemente
no lo tendrían en un futuro escenario. Varios son los que coinciden que el
chavismo en la medida que vaya perdiendo espacios de poder, irá reduciendo su
peso electoral y podría terminar con el eterno % que tuvo la izquierda antes de
la irrupción del fallecido comandante, pero eso es un tema para más adelante.
Lo interesante es que el giro que aplicaría la gestión de Joe Biden, podría
lograr los resultados que Trump no pudo alcanzar en el tema venezolano, al no
predicar el extermino chavista y además incluir a aliados confiables y
convincentes para el régimen. Esperemos que se logren los objetivos planteados,
por ahora.
*BIDEN Y VENEZUELA (II)*. Paso a contar y analizar los detalles recibidos, hasta
ahora, sobre el plan de Biden hacia Venezuela. Lo primero que debo decir es que
lo adecuado es hablar de un plan hacia la región, tomando en cuenta el interés
del nuevo presidente de estabilizar el continente luego de los estallidos
sociales de 2019, pero sobre todo a raíz de las consecuencias que la pandemia
está generando en nuestros países. Se trata de recuperar el liderazgo de
EEUU en el continente, pero con un papel de apoyo político y económico con un
comportamiento menos agresivo que el ejecutado por Trump. En ese marco, el
punto principal para estabilizar la región es resolver el conflicto político en
Venezuela, porque de esa forma se atienden los problemas económicos y sociales
que se derivan de lo político. Y para lograr tal objetivo han venido
conversando con los posibles aliados internacionales que pueden influir en esa
salida del conflicto. En ese ámbito, se trata no solo de incorporar a la Unión
Europea, sino a otras naciones que tienen mucho que decir sobre Venezuela como
consecuencia de sus fuertes intereses económicos, más que ideológicos. ¿Quiénes son esos países? Rusia, Cuba y China serían parte fundamental de la
solución, que por cierto no era la que veníamos infiriendo, sino una más interesante. ¿Cuál sería la solución? Paso a contar los detalles claves. Lo primero y
principal es que supuestamente no hay ninguna negociación prevista en el plan
de Biden, porque estiman que el tema venezolano está suficientemente claro y no
hay nada que conversar, sino ir al grano. ¿Cuál
es el grano? La realización de elecciones presidenciales y
parlamentarias libres, transparentes, confiables y muy supervisadas este mismo
año. Cuando escuchaba la explicación de las fuentes que gentilmente facilitaron
los detalles, surgió de inmediato una interrogante y la hice. Si Maduro tiene
mayor control territorial y la oposición sigue dividida en varios pedazos, ¿A cuenta de qué el
chavismo aceptaría esas elecciones? Aquí viene lo interesante y novedoso, porque
Rusia, China y Cuba se encargarían supuestamente de “convencer” a Maduro y el
resto de los líderes chavistas de aceptar la propuesta. ¿A cambio de qué esos
países lo harían? Ahí entraría en juego la diplomacia y el
juego geopolítico. Comienzo con Rusia, porque al parecer sería Vladimir Putin
quien tendría el rol protagónico para convencer al chavismo y los rusos
recibirían a cambio una flexibilización de las sanciones en su contra, además
de que presuntamente EEUU dejaría de boicotear la terminación del gasoducto Nord
Stream 2, que permitiría a Rusia alcanzar un suministro de 110.000 millones de
metros cúbicos de gas a Europa, sin tener que cruzar el territorio de países
como Ucrania o Polonia. Con China se cambiarían las reglas de juego en materia
de comercio, que fueron tema de gran tensión durante la gestión de Donald
Trump. Mientras que con Cuba la idea de la administración Biden es retomar el
plan que inició Barack Obama de regularización de las relaciones, lo que se
traduciría en más turismo, inversiones, suministro de combustible y hasta el
restablecimiento del envío de remesas que es fundamental para la población
cubana. Adicionalmente, Estados Unidos garantizaría que los intereses de ese
trío de países en Venezuela serían respetados por un nuevo gobierno e incluso
que las relaciones sigan siendo cordiales, además de tener, sobre todo Rusia y
China un papel importante en la recuperación económica. Con la participación de
esa coalición internacional se exigiría al chavismo la realización de
elecciones presidenciales y parlamentarias para finales de este año, incluyendo
previamente la depuración del sistema electoral para que la población recupere
su confianza en el voto. ¿Por qué Maduro
y su banda aceptarían? Porque si Rusia, Cuba y China hacen frente
común con EEUU y la UE, no tendrían más remedio que aceptar, porque de lo
contrario se quedarían sin aliados internacionales y quedarse solos los haría
más vulnerables. ¿Y el papel de
Irán? Ahí también entraría en juego Rusia, que buscaría que
los iraníes aprueben la solución y ellos se podrían beneficiar de una mejoría
en las relaciones con EEUU. Si todas las piezas engranan, cosa en la cual ya
está trabajando arduamente el equipo designado por Biden, el régimen no tendría
más remedio que aceptar. ¿Cuál
sería la nueva hoja de ruta? Incluiría estas acciones, por supuesto a
partir que el régimen acepte: depuración total del sistema electoral (nuevos
rectores, limpieza del registro electoral y nuevo software en las máquinas,
además de supervisión internacional en cada etapa), libertad de los presos
políticos, devolución de los partidos confiscados por el chavismo y la elección
del candidato de la oposición. El punto culminante de la hoja de ruta es la
elección presidencial y parlamentaria para el último trimestre, dejando las
regionales y municipales para 2022. ¿Cómo
será elegido ese abanderado de la democracia? Lo explico a continuación. ¿Maduro podrá ser candidato? También lo analizo en el próximo comentario
*BIDEN Y VENEZUELA (yIII)*. Ahora bien, explicado los detalles conocidos hasta ahora,
quedan otros cabos sueltos que debo explicar. Lo primero, ¿Qué recibiría el chavismo
a cambio? Lo primero es una salida política y pacífica que les
garantiza lo segundo, que es seguir existiendo como actor político y mientras
eso sea posible la aspiración de mantener cuotas de poder alcanzadas por medio
del voto, es absolutamente viable. Nos guste o no el chavismo es una realidad
política, más allá de sus errores y atrocidades. ¿Y cómo queda la justicia? Eso también vendrá y tendrán las instituciones
nacionales e internacionales que actuar para castigar a quienes hayan cometido
delitos de corrupción y de lesa humanidad. *¿Maduro podrá ser candidato?* De eso no me informaron nada, porque
pareciera que no existe una posición definida. A mi criterio muy personal no
deben colocar obstáculos para que sea candidato en las presidenciales, porque
de esa forma se le deja ese “paquete” al chavismo que tendrá que resolver
internamente. En este punto es bueno recordar que, a pesar de que Maduro exhibe
mayor poder territorial y control dentro del PSUV, es el líder con mayor
rechazo en Venezuela y eso también toca al chavismo. Dejando ese “paquete” al
oficialismo ellos tendrán que decidir internamente si corren el riesgo con
Maduro o lanzan a otro candidato como Jorge Rodríguez o Héctor Rodríguez, por
solo nombrar a dos. Si el chavismo pisa el peine y deja a Maduro como
candidato, eso sería un aliciente para la ciudadanía democrática ir a las urnas
y castigar a Maduro. ¿Y la
oposición? El beneficio sería poder cumplir con la vieja y añejada
promesa del cambio, por lo que lo resaltante es destacar las tareas que
tendrían pendientes en esta hoja de ruta. Al parecer, EEUU va a insistir en una
depuración de la oposición para alejar a todos aquellos que han incurrido en
actos de corrupción e irregularidades. Los gringos saben muy bien quién es
quién y podrían pedir que los bandidos sean excluidos, para evitar ruidos
innecesarios. Y la otra tarea es organizar unas primarias para elegir el
candidato presidencial que se presentaría en las elecciones de diciembre. Los
cálculos que han hecho en el equipo de Biden, con la participación de
opositores serios, es que hay tiempo para organizar esas primarias antes de
octubre y que el pueblo elija entre los que tienen aspiraciones, quien sería el
adversario del chavismo. ¿Y
Guaidó? A pesar de que la administración Biden lo reconoce, eso
no lo faculta para ser directamente el candidato. Si el quiere medirse en las
primarias, pues sería bienvenido como también lo serían Maria Corina Machado,
Henrique Capriles, Antonio Ledezma y cualquier otro que se sienta en la
capacidad de dirigir la reconstrucción de Venezuela. Es pertinente acotar que,
si todo se cumple como está planeado, el chavismo no tendría ninguna
oportunidad de ganar esas presidenciales porque sería una avalancha de votantes
opositores que llenarían los centros de votación en Venezuela y en el mundo. A
pesar de la derrota, el chavismo seguiría siendo un actor político y
seguramente lograría algunas gobernaciones, alcaldías, diputados, legisladores
y concejales en los procesos que vengan a posteriori. Seguramente este plan
tendrá tropiezos y se podrían agregar otros elementos. Pero lo cierto es que
Venezuela si es una prioridad para Joe Biden en el marco de su plan de estabilizar
la región. ¿Se lograrán
los resultados? Eso va a depender del nivel de compromiso de
las naciones involucradas y de la capacidad de convencimiento que tengan los
aliados del chavismo, con el chavismo. De corazón espero que sí, porque
Venezuela y los venezolanos no soportan más el peso de la tragedia. Esto al
parecer es lo que se está trabajando desde hace varias semanas, pero admito que
un cambio en el enfoque es perfectamente posible. Nada está escrito en piedra y
los escenarios pueden variar. Esperemos los anuncios y acciones oficiales en
este sentido. Casi se me olvidaba algo importante y es que una vez se ponga en
marcha el plan, comenzaría el apoyo humanitario para atender a los venezolanos,
sobre todo a quienes están en situación de vulnerabilidad
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