Posteado por
Catalina Flano abril 25, 2018
La presente versión de este artículo es una
traducción del original, cuya fuente y autor podrán encontrar al final de este
post.
¿Alguna vez te preguntaste qué
significa ser un adulto?
No me refiero a comprar toallas para las visitas o
seguros de arriendo. Me refiero a cómo deberíamos desarrollarnos en la adultez.
¿Cómo deberíamos percibir e interactuar con el mundo? o ¿cómo manejar
conflictos e interactuar con las personas que nos rodean?
Con los niños es fácil. Los niños tienes distintas
etapas de desarrollo y rituales (cumpleaños, bar mitzvah, fiestas de 15, dulces
16), así que sabemos más o menos qué esperar cuando crecen.
¿Pero qué pasa con los adultos? Para la mayoría de
nosotros, la adultez simplemente sucede. No tenemos un modelo para el
desarrollo del adulto que nos pueda ayudar a entender dónde estamos y dónde
queremos estar.
Aquí es donde entra la teoría del Desarrollo del
Adulto del Dr. Robert Kegan.
Kegan (un ex psicólogo de Harvard) muestra que los
adultos pasan por 5 distintas etapas de desarrollo (tal como los niños).
Ser un ‘adulto’ significa hacer una transición hacia
etapas más avanzadas de desarrollo. Significa desarrollar un sentido
independiente de self y obtener rasgos asociados a la sabiduría y madurez
social. Significa tener una mayor autoconciencia y control de nuestro
comportamiento, así como también ser cada vez más conscientes y más capaces de
manejar nuestras relaciones y los factores sociales que nos afectan.
Sin embargo, la mayoría de nosotros – 65% de la
población general aproximadamente – nunca nos convertimos en ‘adultos’ de alto
funcionamiento, es decir, nunca pasamos la Etapa 3 (de 5 Etapas!). Todavía nos
falta un sentido de self independiente porque mucho del que pensamos, creemos,
y sentimos es dependiente de la experiencia que creemos generar en los otros.
Entonces, ¿cómo podemos hacer la transición a
etapas más altas?
Este artículo revisará la Teoría del desarrollo
adulto de Kegan. La parte 1 esbozará las Etapas 2 a 5, ya que ser conscientes
de las diferentes etapas nos puede ayudar a comprendernos mejor a nosotros
mismos y a las personas que nos rodean (amigos, parejas, hijos, etc.) y nos da
algo a lo que aspirar. Te animo a que leas detenidamente cada etapa y pienses
en qué etapa estás tú, y en cuál te gustaría estar.
La parte 2 se enfocará en cómo hacer la transición
hacia etapas más altas de desarrollo.
¿Cómo maduramos?
Transformación & el cambio de Sujeto-Objeto
La teoría de Kegan distingue 5 distintas
Etapas de desarrollo. La mayoría de nosotros se encuentra en una transición
entre etapas.
Antes de entrar en la teoría, necesitamos entender
2 conceptos clave:
Transformación
Muchos de nosotros creemos que ser un adulto
simplemente significa ser mejor en lo que hacemos (es decir, adquirir más
habilidades y conocimiento). Kegan estaría en desacuerdo.
De acuerdo a Kegan, convertirse en un adulto no se
trata de aprender cosas nuevas (agregar cosas al ‘contenedor’ de la mente),
sino que se trata de la transformación – cambiar la forma en que
conocemos y entendemos el mundo (cambiar la forma actual de nuestro
‘contenedor’).
Transformación es similar a un “Cambio personal
copernicano”. Antes de Copérnico, creíamos que la tierra era el centro del
sistema solar. Entonces llegó Copérnico demostró que el sol está en el centro.
Entonces, aunque nada cambió físicamente, toda nuestra concepción y percepción
del mundo se transformó.
Esto nos ocurre todo el tiempo. Piensa, por
ejemplo, en un libro que releíste desde la secundaria. Mientras que la
información es la misma (mismas palabras, mismo libro), la forma en que vives
la experiencia y entiendes el libro (¡y el mundo!) es fundamentalmente
diferente. Esto es transformación.
Es solo a través de la transformación que podemos
hacer la transición hacia etapas más altas de desarrollo (esta es también la
razón por la cual la tragedia personal puede ser un tan buen catalizador para
el crecimiento).
Cambio de Sujeto-Objeto
Hacer la transición hacia etapas más altas requiere
un cambio de sujeto-objeto – mover lo que ‘conocemos’ desde el Sujeto (donde
nos controla) al Objeto (donde lo podemos controlar).
Esta es mi parte favorita de la teoría. Está basada
en la premisa que mientras más en nuestras vidas tomamos como Objeto, más
claramente podemos ver el mundo, a nosotros mismos y las personas en él.
·
Sujeto (Yo soy) – Conceptos
del self a los que estamos apegados y por lo tanto no podemos reflexionar sobre
ellos o tener una mirada objetiva. Incluyen rasgos de personalidad, supuestos
sobre la forma en que funciona el mundo, comportamientos, emociones, etc.
·
Objeto (Yo tengo) – Conceptos
del self de los que podemos desapegarnos. Que podemos mirar, reflexionar sobre
ellos, involucrarnos, controlarlos y conectarlos con otros elementos.
Por ejemplo: Muchos de nosotros experimentamos un
cambio de sujeto-objeto con respecto a la religión. Cuando somos jóvenes
nuestra religión es subjetiva -es decir, Soy Católico, Soy Judío- y dependiente
de nuestros padres o comunidad. No tenemos la capacidad de analizar o
cuestionar estas creencias.
Cuando somos mayores, la religión se vuelve más
objetiva –es decir, ya no soy mis creencias. Soy un humano CON creencias, capaz
de dar un paso atrás y reflexionar sobre ellas y decidir en qué creer.
Desde mi experiencia, mientras más yo pueda dar un
paso atrás y analizar, reflexionar sobre mi propio comportamiento,
sentimientos, deseos y necesidades, puedo operar mejor desde un espacio de
plenitud, paz y fortaleza.
Esto es muy similar a las ideas budistas en torno
al desapego. El sufrimiento surge desde una sobre-identificación con nuestros
pensamientos, creencias, emociones, etc. ¿La solución? Desapego. El desapego no
es indiferencia, es el acto de mirar estas cosas de forma objetiva, es
decir, no soy mis sentimientos, emociones, pasado o creencias;
sino que yo tengo sentimientos, creencias, emociones, etc.
La transformación y el cambio de sujeto-objeto son
críticos para el desarrollo adulto.
¿Dónde estás tú? Etapas del
desarrollo adulto de Kegan
·
Etapa 1 – Mente impulsiva (niñez temprana)
·
Etapa 2 – Mente imperial (adolescencia, 6% de la
población adulta)
·
Etapa 3 – Mente socializada
(58% de la población adulta)
·
Etapa 4 – Mente auto-creadora
(35% de la población adulta)
·
Etapa 5 – Mente
auto-transformadora (1% de la población adulta
Me enfoco en las etapas 2 a 5, porque son las más
aplicables al desarrollo adulto. La mayor parte del tiempo estamos en
transición entre etapas y/o nos comportamos de acuerdo a diferentes etapas con
diferentes personas (es decir, Etapa 3 con una pareja, Etapa 4 con un compañero
de trabajo).
La ‘meta’ es poner atención a la etapa en la que
estamos, cuándo y con quién. Solo entonces podemos trabajar deliberadamente
para cambiar nuestra perspectiva, pensamientos, sentimientos y acciones.
Observa a medida que haces la transición a nuevas
etapas que lo que antes era sujeto se convierte en objeto
Etapa 2 – La mente imperial (6
años – adolescentes, algunos adultos)
La Etapa 2 solía incluir solo adolescentes, pero
muchos adultos nunca pasan esta etapa. Tengo la impresión que todos conocemos
alguna persona que calza en esta categoría.
·
Sujeto: ES necesidades, intereses
y deseos.
·
Objeto: TIENE impulsos,
sentimientos y percepciones.
En la Etapa 2, el énfasis está en las
propias necesidades, intereses y la agenda personal es primordial.
Las relaciones son
transaccionales. Los individuos en la Etapa 2 ven a las
personas como medios para satisfacer sus propias necesidades, en oposición a
una experiencia interna compartida (como nos sentimos el uno con el otro). Les
importa cómo los otros los perciben, pero solo porque esas percepciones podrían
ser consecuencias concretas para ellos. Por ejemplo, cuando amigos que están en
la Etapa 2 no se mienten el uno al otro, es por miedo a las consecuencias o
represalias, no porque valoren la honestidad y transparencia en una relación.
Así mismo, los individuos siguen las reglas,
filosofías, movimientos o ideologías por recompensas o castigos externos, no
porque realmente crean en ello. Por ejemplo, una persona en Etapa 2 no hará
trampa porque lo asustan de las consecuencias, no porque eso va en contra de
sus valores personales.
Etapa 3 – La mente socializada
(la mayoría de los adultos)
La mayoría de nosotros estamos en esta etapa.
·
Sujeto: ES relaciones
interpersonales, mutualidad
·
Objeto: TIENE necesidades,
intereses y deseos
En la Etapa 3, las fuentes externas modelan nuestro
sentido de self y entendimiento del mundo.
Así como en la Etapa 2 las cosas más importantes
son nuestros intereses y necesidades personales, en la Etapa 3 lo más
importante son las ideas, normas y creencias de la gente y los sistemas que nos
rodean (es decir, familia, sociedad, ideología, cultura, etc.).
Por primera vez comenzamos a experimentarnos a
nosotros mismos como en función de cómo otros nos experimentan. Por ejemplo,
damos una mirada externa a nosotros mismos (“Pensarán que luzco estúpido”) y lo
hacemos parte de nuestra experiencia interna (“Soy estúpido”).
Más características:
·
Obtenemos nuestros
pensamientos, creencias, moral (lo que creemos cierto) desde fuentes externas.
·
Tomamos demasiada responsabilidad personal por cómo
nos experimentan los otros. Como resultado de esto gastamos mucha energía
en intentar evitar herir los sentimientos de otras personas.
·
Buscamos validación externa para derivar nuestro
sentido de self. Por ejemplo, un estudiante no sabe si ha aprendido
exitosamente una materia hasta que ve su calificación en un examen; un
ejecutivo no sabe si una reunión particular fue exitosa o no hasta que sus
colegas le dicen que lo fue.
·
No tenemos un sentido de self independiente y
fuerte. Cuando hay un conflicto entre ideologías importantes, instituciones o
personas, tenemos dificultades respondiendo la pregunta: ¿Qué quiero yo?
Estamos demasiado ocupados enfocándonos en las expectativas de otros o los
roles sociales.
·
Ya no vemos a otras personas como medios para un
fin. Podemos internalizar las perspectivas de los otros y realmente
preocuparnos de la opinión que tengan de nosotros –no solo respecto a las
consecuencias de esas opiniones. Por ejemplo, me importa que estés enojado conmigo
porque me importas tú y nuestra relación, no solo porque si estás enojado
entonces no me invitarás a tu fiesta.
Por ejemplo, en relación a hacer trampa:
·
Tramposo en Etapa 2 – Preocupado
de ser atrapado y de las consecuencias (terminar, ser expulsado, etc.)
·
Tramposo en Etapa 3 – Siente
culpa y una disonancia perturbadora porque hacer trampa está mal y va en contra
de su sistema de creencias y valores.
Para muchas personas, la madurez social parece
terminar aquí. Sin embargo, el potencial de desarrollo constante continúa hacia
adelante y hacia arriba.
Etapa 4 – La mente
auto-creadora
De acuerdo a Kegan, alrededor de 35% de los adultos
viven en esta etapa.
·
Sujeto: ES autor de sí mismo, su
identidad e ideología
·
Objeto: TIENE relaciones, mutualidad
En la Etapa 4, podemos definir
quiénes somos, y no ser definidos por otras personas, nuestras relaciones o el
entorno.
Entendemos que somos una persona, con pensamientos,
sentimientos y creencias que son independientes de los estándares y
expectativas de nuestro entorno. Podemos distinguir las opiniones de otros de
nuestras propias opiniones y formular nuestro propio “juicio”. Somos consumidos
por quienes somos – esta es la clase de persona que soy, esto es lo que
defiendo.
Desarrollamos un sentido interno de dirección y la
capacidad de crear y seguir nuestro propio curso.
Más características:
·
Podemos cuestionar
expectativas y valores, tomar posición, poner límites y resolver problemas con
perspectivas independientes.
·
Podemos explorar los pensamientos y sentimientos de
otros, creando nuestro propio sentido de autoridad o voz.
·
Podemos tomar responsabilidad de nuestros propios
estados internos y emociones. “Me siento triste porque interpreté lo que
tú hiciste como una violación de mis valores personales, y si hubiese
interpretado tus acciones de otra manera podría sentirme triste en lugar de
ello”.
·
Generamos nuestro entendimiento del mundo y no
somos excesivamente modelados por el contexto en el que nos encontramos.
·
Nos damos cuenta que estamos siempre cambiando, que
quienes somos es algo que aún podemos negociar.
Etapa 5 – La mente
auto-transformadora
·
Sujeto: ES
·
Objeto: TIENE autoría de sí mismo,
identidad e ideología
Solo un 1% de los adultos alcanza la Etapa 5.
En la Etapa 5 el sentido de self personal no está
ligado a identidades o roles particulares, sino que es constantemente creado a
través de la exploración de las identidades o roles de uno y es perfeccionado a
través de las interacciones con otros.
Esto es similar al concepto budista de self
evolutivo – un self que está en flujo constante, siempre en cambio.
Más características:
·
Somos tanto auto-creadores
como dispuestos a funcionar con la autoridad de otros. Podemos
no solo cuestionar autoridad, sino que también cuestionarnos a nosotros mismos.
·
Ya no somos prisioneros de
nuestra propia identidad. Vemos las
complejidades de la vida, podemos expandir quienes somos y estar abiertos a
otras posibilidades –estamos reinventando nuestra identidad. Nuestra identidad
es limitada- nuestras circunstancias en la vida van a cambiar continuamente y
nuestra identidad necesita cambiar con eso.
·
Podemos sostener múltiples
pensamientos e ideologías a la vez. Podemos
entender las cosas desde muchas perspectivas diferentes
¿Ahora qué?
Ahora que has visto las etapas, ¿en cuál de ellas
crees que estás? ¿En cuál te gustaría estar?
De acuerdo a Kegan, todos creemos que estamos en
una etapa más alta de la que realmente estamos. Así que presta mucha atención a
cómo te comportas en diferentes contextos y con diferentes personas.
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