Paradojas de la
acción colectiva
La Teoría
económica de la acción colectiva se ocupa de la provisión de los bienes
públicos (y otros de consumo colectivo) a través de la colaboración de dos o
más individuos y del impacto de las externalidades en el comportamiento de
grupo. Es más comúnmente conocida como Teoría
de la elección pública. El trabajo fundacional sobre la acción
colectiva en el ámbito económico es el artículo de 1937 de Ronald Coase: The
Nature of the Firm. En él, Coase introduce el concepto de costos de transacción
para explicar el tamaño de las compañías y el problema del costo social en su
artículo de 1960, The Problem of Social Cost
Como dice Broncano
(2000) “la innovación tecnológica es cada vez más sensible a la acción colectiva”
y su carácter de bien público no reside en que la tecnología sea
intrínsecamente un bien, sino en que la innovación tecnológica es un fenómeno
“improbable, contingente, generado por el mutuo refuerzo de esfuerzos
innovadores, que solamente se percibe como bien cuando está creada, pero que en
los momentos de despegue se observa como un fenómeno inútil y antieconómico”
(p. 271).
¿Qué es lo que
motiva a un agente a prestarse al trabajo que implica un bien colectivo como la
tecnología?. Si lo evaluamos
desde un punto de vista racional (ver eleccion_racional)
usar y aprovecharse del conocimiento sin pagar el costo de su producción es la
motivación más probable. Pero eso no explica qué motiva a alguien a investigar
o a invertir en proyectos innovadores de mucho riesgo. Tampoco explica por qué
algunos valoran más la creatividad que la satisfacción de intereses.
Marcur Olson: "Lógica de la acción colectiva"
Sobre la acción
colectiva es de importancia el libro de 1965 de Mancur Olson: The Logic of
Collective Action: Public Goods and the Theory of Groups. La teoría de Olson
explora las fallas de mercado en las cuales la racionalidad del consumidor
individual y la búsqueda de ganancias de las compañías no llevan a una
provisión eficiente de bienes públicos, i.e. cuando otro nivel de provisión
proveería una utilidad a un costo menor. Es necesario destacar, sin embargo,
que la teoría no desafía necesariamente el principio de la mano invisible de
Adam Smith. Solo limita el dominio en el cual este principio se aplica: a los
bienes puramente públicos en mercados competitivos, la búsqueda del interés
propio es todavía eficiente. Además de la economía, la teoría ha encontrado
muchas aplicaciones en la ciencia política, sociología y antropología.
En el análisis de
Olson la causa de que una persona asuma un riesgo en vez de satisfacer un
interés se representa de manera abstracta mediante un juego. el “dilema del
prisionero”.
El dilema del prisionero
El dilema del prisionero es un
problema fundamental de la teoría de juegos que muestra que dos personas pueden
no cooperar incluso si en ello va el interés de ambas. S
§ La policía arresta a dos sospechosos.
No hay pruebas suficientes para condenarlos y, tras haberlos separado, los visita
a cada uno y les ofrece el mismo trato. Si uno confiesa y su cómplice no, el
cómplice será condenado a la pena total, diez años, y el primero será liberado.
Si uno calla y el cómplice confiesa, el primero recibirá esa pena y será el
cómplice quien salga libre. Si ambos confiesan, ambos serán condenados a seis
años. Si ambos lo niegan, todo lo que podrán hacer será encerrarlos durante
seis meses por un cargo menor.
Problema del
polizón
En economía,
negociación colectiva, psicología y ciencias políticas, se llama polizones a
aquellos individuos o entes que consumen más que una parte equitativa de un
recurso, o no afrontan una parte justa del costo de su producción. El problema
del polizón (del inglés free rider problem) se ocupa de
cómo hacer para evitar que alguien pueda ser un polizón, o por lo menos limitar
sus efectos negativos.
El significado de
“equitativo” no está exento de controversia, por lo general se considera al
problema del polizón como un “problema” económico cuando se ocupa de la
ausencia de producción o producción insuficiente de un bien público, y por ello
de una ineficiencia de Pareto, o cuando
conduce al uso excesivo de un recurso de propiedad común (véase también el
problema de acción colectiva).
Un ejemplo del
problema del polizón es el gasto militar: ninguna persona puede ser excluida de
ser defendida por las fuerzas militares de un país, y por lo tanto los
polizones podrían negarse o evitar pagar por ser defendidos, aún cuando están
también defendidos como aquellos individuos que contribuyen a solventar los
gastos del Estado. Por lo tanto, es práctica usual que los gobiernos no se
financian utilizando donaciones voluntarias, sino que cobran impuestos y en
algunos países realizan servicio militar obligatorio. El gobierno es el
mecanismo primario mediante el cual las sociedades hacen frente a los problemas
de polizones. Además de las medidas fiscales mencionadas previamente, las
reglamentaciones son otra forma de acción colectiva tomada por los gobiernos
para resolver problemas de polizones tales como impactos sobre el medio
ambiente o uso excesivo de recursos.
En el contexto de
los sindicatos, un polizón es un empleado que no paga cuota sindical, pero que
sin embargo recibe los mismos beneficios conseguidos por la representación
sindical para sus asociados que sí abonan su cuota. Según las leyes
norteamericanas, los sindicatos están obligados a una responsabilidad de
representación equitativa a todos los trabajadores, sin importar si están
afiliados o no. Algunos juristas han cuestionado la equitatividad, o legalidad,
de este principio.
El dilema del
gorrón se produce bajo ciertas condiciones, como señala Broncano (2000):
§ que el bien sea producido
necesariamente de manera conjunta (de otro modo no exigiría acción colectiva)
§ que la producción confiera beneficios a
todos los miembros, de manera que no puedan ser excluidos del beneficio
independientemente de la colaboración que hayan tenido en su producción
§ que la producción exija costes
Esta situación
provoca que los agentes consideren que no les interesa colaborar, hagan lo que
hagan los demás, pues el agente piensa
1.
si los demás no colaboran pierdo los costes de mi
colaboración inútilmente
2.
si los demás colaboran de todas firmas obtengo el bien
aunque yo no colabore
Explicación de la colaboración
La existencia
de incentivos puede explicar la colaboración (o su
ausencia la no colaboración), los cuales pueden haber sido creados por
§ una autoridad externa que regule una forma de premios o
castigos, ya sean materiales o de prestigio
§ dinámicas internas del grupo que generen una estructura de
incentivos o que influyan en los demás, sea para motivarles a colaborar o a
desertar
Garret Hardin: La tragedia de los comunes
La tragedia de los
comunes (Tragedy of the commons) es un dilema descrito por Garrett
Hardin en un artículo publicado por la revista Science en
1968. En él describe una situación en la cual varios individuos, motivados solo
por el interés personal y actuando independiente pero racionalmente, terminan
por destruir un recurso compartido limitado (el común) aunque a ninguno de
ellos, ya sea como individuos o en conjunto, les convenga que tal destrucción
suceda.
El argumento de
Hardin se ilustra con el ejemplo de varios pastores que comparten los recursos
de un pastizal para alimentar a su ganado. Como siempre sobra pasto llevan cada
vez más animales al pastizal hasta llegar al punto en el que su capacidad de
generar alimento se sobrepasa, y todos los animales perecen por falta de
comida. El recurso se ha agotado por sobreexplotación.
El problema, según
Hardin, no es que un bien se considere común, sino que no se definan derechos
de explotación.
El caso contrario
a este sería el de la Tragedia
de los anticomunes, en la que individuos racionales, actuando de
forma separada, malgastan un recurso por infraexplotado.
La gestión de la colaboración
Broncano (2000)
indica que hay varias estrategias de coordinación de los diversos intereses que
confluyen en una acción colectiva o una gestión de un común:
(A) estilo
tecnocrático
Basado en la
imposición gubernamental y que se fundamenta en
1.
legitimidad de la autoridad
2.
informes de expertos
Esta estrategia
considera la participación pública como un mal indeseable que hay que evitar ya
que considera a los ciudadanos personas no informadas y que basan sus
reacciones en miedos irracionales. Solo los expertos son capaces de evaluar los
riesgos. La ciudadanía se acabará acostumbrando a los cambios impuestos.
Los costes
sociales de esta estrategia pueden volverse insoportables:
el público genera desconfianza hacia la
fiabilidad de los expertos y hacia la imparcialidad de las autoridades.
(B) mecanismos de mercado
En esta estrategia
el bien público a administrar se divide en bienes privados y la aportación de
cada uno se valora y paga por ese mecanismo.
La tragedia de los
comunes de Hardin explicada arriba se solucionaría con esta estrategia
asignando a cada ciudadano un trozo de pastizal (el bien público) del que sería
responsable.
¿Quién garantiza
que el mecanismo de mercado es un mecanismo de mercado limpio? Las reglas de
competencia pueden romperse mediante prácticas ocultas (por ejemplo, en EE.UU. el
sistema de grandes contratos militares es un sistema oculto de financiación
fuera del mercado).
Cuando el Estado
incentiva mediante premios y castigos actúa en el mercado como parte y
genera desconfianza en su papel como mediador.
(C) sistemas de compensación
Tienen el problema
de que se genera desconfianza cuando la autoridad
determina unilateralmente las compensaciones, ya que se perciben como
corrupción y soborno.
(D) participación pública
Se generará
desconfianza a menos que se incorpore también a expertos
que representen varias opiniones sobre el tema debatido.
El principal
problema de esta estrategia es **cómo organizar una discusión racional mediante
transmisiones fiables de información.
las controversias en las decisiones
tecnológicas
Broncano (2000)
considera las controversias no solo formas maduras de desarrollo tecnológico,
sino también formas maduras de desarrollo democrático: algunas sociedades en
momentos específicos deciden someter a discusión las opciones tecnológicas.
El empleo de
métodos de decisión democráticos como referendos que toman la decisión por
mayoría tiene la ventaja de estimular la participación y por consiguiente el
grado de legitimación social de la decisión, pero no nos garantiza la
racionalidad cuando están involucradas decisiones tecnológicas.
Solamente
introduciendo formas colectivas de discusión, que tienen el precio, claro, de
la dilación de las decisiones, podemos además aumentar simultáneamente el
contenido de la racionalidad de la participación colectiva. Esta es
precisamente la función de las controversias en tanto que nuevos instrumentos
de legitimación de las decisiones tecnológicas.
Bibliografía
Broncano, Fernando
Mundos artificiales. Filosofía del cambio tecnológico Paidós. Mexico. 2000
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