Lo de Hermann Escarrá no tiene posibilidad de calificación alguna y mucho menos perdón de Dios.
Es increíble como una persona puede rebajarse a ese nivel de indignidad solo por tratar de "congraciarse" con el poderoso de turno.
Es increíble como una persona pueda cambiar tan radicalmente de opinión y pasar a defender lo indefendible, solo por ambición de Poder.
Lo ha hecho este "supuesto" jurista es un tremendo daño a nuestra profesión de ABOGADOS. Su comportamiento no hace sino reafirmar el muy bajo prestigio del que gozamos los abogados en la Sociedad: ratas de albañal, en muy pocas palabras.
Este tipo de personajes funestos se vieron en la Alemania Hitleriana: abogados y jueces -juristas, pues- torciendo las normas para favorecer los designios del Führer.
A pesar de que mis palabras dan a entender otra cosa, no desprecio al "dcotor" este, con quien tengo desgracia de compartir la profesión: le tengo lástima por la profunda tristeza de ver el nivel de degradación humana que ha alcanzado.
No sé bajo que piedra se irá a esconder este personaje de la "picaresca criolla", cuando este "proceso" castro-chavo-madurista culmine, que será mucho mas temprano que tarde.
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